Después de haberle arrancado la conciliación al Ministerio de Trabajo, la semana pasada la dieron por finalizada. Terminaron la conciliación con la fábrica cerrada por vacaciones, sin la posibilidad de estar con mis compañeros. El gobierno se amparó en que se terminaron los plazos legales, ¡pero tranquilamente si querían podían apretar a la patronal para que salga una conciliación voluntaria! Pero en ningún momento fue esta su actitud. Todo el tiempo buscó desgastar, jugando a favor de la patronal. A pesar de esto hoy me presenté en la puerta del trabajo, donde en primera instancia me dejaron entrar para luego retirarme con personal de recursos humanos y de la seguridad policial. Una muestra más de la total intransigencia de la empresa, apoyada por el Ministerio.

Compañeros quiero decirles que sigo con fuerzas para pelear, que no me voy a bajar de este barco. Entiendo que si estos ataques empiezan a pasar como si nada todos los laburantes vamos a perder. Los despidos son la primera parte de lo que está detrás, condicionar a los que quedan para que acepten peores condiciones de trabajo, para subir más y más los ritmos de producción, para hacer una reforma laboral de hecho. ¡No peleo solamente por mí, sino por todos los compañeros del gremio! Por eso es que el 5 y 6 de enero hice la recorrida por Fate y Pirelli, para buscar solidaridad pero también para alertar a los compañeros de lo que se viene!

Voy a hacer todo lo posible para volver a mi puesto de trabajo. Lamentablemente el que no está en la misma sintonía es el sindicato. ¿Dónde estaban hoy para acompañarme? ¿Por qué no pelean por mí reincorporación? Exijo que den respuestas, no solamente a mi, sino a todos los compañeros. ¡Basta de dar vueltas! Que aclaren por qué solo se dedicaron a hacer las cosas administrativas (y a duras penas). Por qué no movilizaron al ministerio, por qué no garantizaron los paros. ¡Por qué después de ganar una conciliación obligatoria (que se logró por el aguante que hice) no hacen ninguna medida! Ni siquiera un comunicado para que todos los compañeros estén alertas por la situación. Lo único que se animó a decir uno de los secretarios de la delegación en la última audiencia fue preguntar si ya la cosa se terminaba ese día.

A pesar de la lavada de manos del Ministerio, de la intransigencia de la empresa y a pesar del abandono por parte del sindicato, yo voy a seguir peleando. Esperemos se pongan a la altura de las circunstancias, sino seguiré peleando con todas las organizaciones y luchadores que me vinieron acompañando hasta ahora. Tarde o temprano se que voy a volver a mi puesto de trabajo.