En una caravana desde Plaza de Mayo a Congreso exigieron que se trate el Proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto antes de que pierda estado parlamentario. El gobierno de Alberto Fernández retrasa el tratamiento y da aire a los sectores más conservadores.
Avenida de Mayo a la altura de la calle Florida comenzó a teñirse de verde desde las 16hs. Eran treinta, eran cincuenta, eran cien y así, cada compañera que se sumó fue la muestra palmaria de una conclusión que sacó el movimiento luego de conquistar la media sanción el 13 de junio del 2018: sólo en las calles con la presión de la movilización se puede ganar el derecho a decidir sobre el propio cuerpo.
La columna de Las Rojas con jóvenes estudiantes y trabajadoras vibró al ritmo de una batucada imponente, donde también participaron lxs Jóvenes Trabajadores Precarizados con sus bicicletas tuneadas de verde abortero. Algunas rojas también se desplegaron en las calles céntricas para hacer la Ruta Feminista y afichar por todas partes “Aborto legal ya!”. Estuvo presente también Manuela Castañeira, incansable luchadora del movimiento de mujeres y diversidades y referente de la izquierda.
El gobierno de Alberto Fernández prometió tratar el aborto en el 2020, pero el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo depende de un dictamen de comisión antes del 20 de noviembre para ser tratado este año. Además, terminó siendo una “promesa” de patas cortas porque el presidente declaró en Radio 10 que “no quiere generar otro motivo de debate y discordia entre los argentinos”, en referencia a tratar la ley de IVE en el parlamento.
El titubeo permanente del oficialismo en relación al aborto envalentonó a los sectores más conservadores de nuestro país: los celestes y los sectores reaccionarios que son parte de la coalición de gobierno (ver los afiches con el perfil de Perón que aparecieron en CABA, La Matanza y otros barrios con el mensaje “Peronismo por la vida. No al aborto”).
La mayoría social está con las pibas y hoy la marea verde volvió a demostrar su fuerza y que, a pesar de la pandemia y con todos los cuidados del caso, la lucha es en las calles. Para que el aborto sea ley, para que se trate y apruebe el Proyecto de la Campaña, tenemos que luchar y organizarnos desde abajo sin depositar un gramo de confianza ni en el gobierno ni en ningún representante del régimen.