Tras la intimación de la justicia y la disposición del operativo de desalojo, la comunidad Lof Paillako fue desalojada. La comunidad, viendo que la represión era inminente, decidió retirarse horas antes del comienzo del operativo.
Hace cuatro años, en 2020, la comunidad mapuche Lof Paillako recuperó territorios ancestrales en el parque nacional Los Alerces. Desde ese momento, tanto la Administración de Parques Nacionales como la Justicia Federal tomaron cartas en el asunto para intentar desalojarlos.

Tras esta reacción desde la comunidad elevaron un recurso a la Corte Suprema. Durante la gestión del gobierno anterior consiguieron retrasar el desalojo y la apertura de una «mesa de diálogo». Pero la voluntad de desalojo, pese a los discursos progresistas, no se echó para atrás.
Para el odio y la represión sí hay plata
Ni al gobierno de Milei ni a su dependencia le importa proteger los Parques Nacionales y los bosques, cuestión que está lejos de ser discutible como lo han demostrado en su inoperancia frente a los incendios. La razón del desalojo es, como no puede ser de otra forma, el odio racista y colonial contra los pueblos originarios y en particular contra los mapuches.
La nueva gestión mileísta reactivó la causa y hace una semana desde la Justicia intimaron a la comunidad para que desaloje el predio voluntariamente antes del 9 de enero. El juez federal Guido Otranto fue quién ordenó el desalojo. Tras lo cual Bulrrich armó un mega operativo para el desalojo violento. Pese a que la comunidad se retiró antes de verse obligada a enfrentar la represión, el gobierno de todas formas puso en pie un show represivo.