Por Sofía Ginestá

En el día de ayer, Jair Bolsonaro se erigió como ganador de la primera vuelta en las elecciones presidenciales del gigante latinoamericano con el 46% de los votos. A la mañana siguiente, ya hubo un muerto a manos de los seguidores de este ultra derechista, racista y misógino.

 Se trata de Moa do Katendé, pseudónimo de Romualdo Rosario da Costa, de 63 años, reconocido artista y profesor de Capoeira. Fue apuñalado 12 veces en un bar por un militante “bolsomiñon”, que no aceptó que Rosario da Costa respondiera políticamente a sus provocaciones, defendiendo sus raíces africanas y su voto al PT .

 Moa do Katendé no solo era famoso en tanto artista y docente de “afoxé”, un ritmo propio del Brasil con raíces africanas . Era sabida su labor como afrodescendiente, por rescatar la cultura negra en Salvador de Bahía.

 El crimen no fue obra de “un loco suelto”. Es un terrible pero esperable subproducto de la campaña que el ex-capitán del Ejército llevó adelante de cara a las presidenciales. Por un lado, los dichos racista y anti-negros plagaron sus discursos, llegando a decir que “no sirven ni para reproducirse”. Por otro, el mismo Bolsonaro incitó al asesinato de los simpatizantes del PT y de la izquierda, cuando en un acto en Acre dijo “vamos a fusilar a la petralada”; decir “la petralada” en Brasil es algo similar a decir “los zurdos”.

 Eso es el fascismo, donde se puede ser asesinado por defender derechos democráticos elementales de las masas. Que en menos de medio día tras la victoria parcial de la derecha se cuente con un muerto es una muestra de lo terrible que puede ser que un nostálgico de la dictadura, defensor de la violencia contra mujeres, negros, homosexuales y militantes de la izquierda, llegue al poder en Brasil. Es necesario derrotar a este monstruo en las calles y en las urnas, para que el pueblo brasilero no viva más tragedias como ésta.

 A la memoria de Moa do Katendé, dedicamos estas palabras y la lucha en toda América Latina para que no pase el fascismo.