En San Pablo, organizaciones de la juventud y la izquierda, junto a la hinchada de Corinthians, marcharon en la Avenida Paulista, en la zona central de la ciudad.
La manifestación logró frenar una marcha bolsonarista más pequeña, que defiendía la intervención militar del país y la política genocida del gobierno frente a la pandemia, que hizo de Brasil el segundo país más golpeado.
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La policía de San Pablo dispersó a los manifestantes con una dura represión, lanzando gases lacrimógenos y balas de goma.
Los bolsonaristas provocaron a los manifestantes mostrando una bandera de una organización de la derecha ucraniana frente a la sede de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo, en la Avenida Paulista con la esquina de la calle Pamplona.
Bolsonaro responde con represión a las manifestaciones en su contra, en momentos en que su política negacionista ha colocado a Brasil como el segundo país más afectado por el Covid-19.
