
Los colegios se cerraron a las 17 hs. en todo el territorio brasileño y a partir de las 18hs. comenzaron a conocerse los primeros resultados. Con el 71% de las mesas escrutadas, Lula logró pasar al frente pero la diferencia sigue siendo mínima: 50,07% para el candidato del PT y 49,93% para el actual presidente. De mantenerse esta tendencia, se abre un escenario de incertidumbre acerca de si Bolsonaro aceptará los resultados.
Toda la región vuelca los ojos hacia lo que sucede en Brasil. El balotaje que enfrenta al neofascista Jaír Bolsonaro y al petista Lula da Silva podría definir mucho del futuro político de Sudamérica. En Argentina, los ultraderechistas como Milei esperan una victoria de Bolsonaro que lo catapulte a la disputa electoral. La coalición oficialista espera un triunfo lulista que logre alargarle la vida a los agonizantes gobiernos centristas.
Durante horas de la tarde, el bolsonarismo montó graves intentos antidemocráticos. En el Nordeste del país, una zona fuertemente favorable a Lula, utilizó a la Policía Ferroviaria para generar cortes y retenes policiales en las arterias de la región. La intención era clara: impedir que parte de los votantes del PT concurrieran a las urnas.
Hace pocos días, Silvinei Vasques, director de la Policía Ferroviaria Federal (PRF), había llamado a votar a Bolsonaro en sus redes sociales.
El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, declaró sin embargo que los cortes del bolsonarismo no habrían «impedido que ejerza el derecho a votar». Aún así, el TSE ratificó que dichos cortes habían sido disueltos.