En dialogo con el programa de en CNN radio de María Laura Santillán Berni afirmó: “Cuando pase todo esto y haya una sentencia judicial más de uno va a tener que explicar algunas conductas que no fueron típicas de aquellos que buscan la verdad sino que estaban buscando algún otro interés”. Siendo más enfático apuntó: “el abogado de la familia va a tener que responder por todas y cada una de las barbaridades que dijo en estos días”.
El representante de la cartera de Seguridad de la provincia continúa con una defensa cerrada de la Policía Bonaerense, negando la responsabilidad de esta fuerza en la desaparición forzada de Facundo Castro y sosteniendo que “hay una jueza que está investigando, a la cual hace algunos días le pidieron la detención del intendente de Villarino y de cuatro o cinco policías, a la que se negó rotundamente porque no existía un solo elemento que los vinculara”.
Para Berni la investigación logró llegar al hallazgo de los restos humanos este fin de semana porque “la justicia federal el día que reconstruye qué fue lo que pasó entiende que, después del último retén policial, Facundo se sube a una camioneta con destino a Bahía Blanca”. En esta versión de los hechos una mujer aseguraba haber acercado al joven a una rotonda que empalma con la ruta 2 el día 30 de abril.
Esta versión es la misma que dio el oficial denunciado, Alberto González, de la comisaría de Origone, por haber dicho a Cristina la madre de Facundo el día 18 de junio que como Facundo no tenía documento (la foto de su DNI estaba borrado en el teléfono de la oficial Curuhinca) le tomó una foto a su carnet de conducir, llamó a la comisaría de Médanos donde le contaron que el joven ya tenía un acta labrada por violar la cuarentena (las ultimas pericias a los teléfonos indicaron que esa llamada no fue hecha en el día ni la hora indicada por González) y lo dejó ir. Dijo que lo vio subir a una camioneta Oroch blanca, en otra versión lo dejó seguir rumbo a Bahía Blanca pero caminando.
Esa es la versión que sostiene Berni, y que el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, recusado dos veces por la familia se afana en sostener, al igual que la jueza Marrón. Sin embargo, las pruebas presentadas por los funcionarios municipales de Villarino sobre la patente de la testigo E. R, que dice haber acercado al Facundo fueron alteradas y falsificadas. La camioneta de esa mujer circuló por la ruta 3 el día 27 de abril y no el 30, tal como informaba en una declaración el abogado de la familia en una nota publicada por Página 12.
Esa información que quiere imponer la hipótesis contraria a la desaparición forzada en manos de los policías de la Bonaerense también es parte del operativo de encubrimiento al que se sumaron el periodista German Sasso, denunciado por la querella, y que a través de su cuenta de Twitter vendió tal versión de la mujer que lo levantó en su camioneta luego del retén.
Sin ir más lejos, la provocación sigue la línea de las versiones que sostienen los propios policías a fuerza de informes alterados, testigos dudosos y falsos, fakesnews. ¿Un funcionario del gobierno puede impunemente amenazar al abogado de la familia de un pibe que lo busca hace más de 100 días? ¿Puede jactarse de que la jueza no encontró un solo elemento contra los policías acusados luego de hallar un objeto que le pertenecía a Facundo y rastros de sangre en la comisaría de Origone y, de haber tres testigos (cuyo registro de patentes alteraron para desmentirlos y situarlos fuera de la ruta 3 ese 30 de abril) que lo vieron por última vez cuando lo subían a un patrullero?
La versión de la camioneta que acerca a Facundo se sostiene también por un mail que le llega a Berni el 14 de julio desde la comisaria de Villarino.Allí se sostiene que un testigo X, temeroso de declarar va a la casa del oficial Mario Gabriel Sosa (quien le labra el acta junto a Curuhinca en 30/4 a las 10 am) para decir que daba cuenta de que conocía a la persona lo había llevado en su vehículo. Vaya detalle que se le paso al fiscal, la jueza que creen en los datos que aportan los policías acusados por la querella. Esa es la investigación que defiende Berni.
No es una cuestión de fe, sino de hechos objetivos que intentan ocultarse, de falsas versiones, de aprietes como los que sufrió la exnovia de Facundo para que se hiciera cargo de ser responsable de lo ocurrido con él (que la jueza interpreto esto no como apremios sino como la desesperación por hallar a la víctima) o, como las conversaciones de los policías que borraron de sus teléfonos y Berni sostuvo que entregaron gustosos para colaborar con la causa.
Podemos seguir y dar detalles de lo que significa la puesta en marcha del mecanismo de encubrimiento en el contexto de una desaparición forzada en democracia, mecanismo bien aceitado en el Estado argentino que desde 1983 a esta parte hizo funcionar para cubrir a los principales desaparecedores, la policía y las fuerzas represivas.
Sería bueno que Berni se instruya e informe, que aunque el Estado no elabore estadísticas al respecto, las desapariciones forzadas existen y que la amenaza a las victimas que denuncian y buscan justicia no es más que una muestra de lo que un milico piensa de los derechos humanos.
