Pasadas las 17 hs. el presidente Alberto Fernández le tomó juramento a la flamante Ministra de Economía, Silvina Batakis.
En un muy breve acto en la Casa Rosada, la ex ministra del gobierno bonaerense de Daniel Scioli asumió el cargo que dejó Martín Guzmán.
Luego del acto la ministra se dirigió a los medios, aunque no respondió preguntas. En una breve exposición dio algunos lineamientos muy generales sobre cuáles cree que son las prioridades de su gestión: «aumentar las exportaciones, fortalecer nuestra moneda y crear puestos de trabajo».
Sin embargo, evitó hablar de medidas concretas en relación a esos objetivos.
Sin duda la frase con más contenido fue la que expresó en relación a las cuentas públicas: «soy alguien que cree en el equilibrio fiscal». El mensaje busca apaciguar la desconfianza de sectores empresarios y el capital financiero, dejando en claro que las políticas de ajuste que Guzmán acordó con el FMI no estarán en cuestión.
De hecho, como ministra de economía bonaerense Batakis ya tiene antecedentes en aplicar recortes a las cuentas públicas, particularmente a los salarios estatales.
Durante su gestión se dieron algunos de los conflictos de trabajadores más importantes que enfrentaron al gobernador Scioli, como el histórico paro docente por diecisiete días o la rebelión de los estatales contra el pago del aguinaldo en cuatro cuotas.
Batakis tendrá el desafío de llevar adelante el acuerdo con el FMI en un contexto de fuerte desgaste politico del Frente de Todos, tanto por la deteriorada situación social y económica de las grandes masas como por la vehemente interna que sacude a la coalición oficialista.
En todo este marco, no sorprende que su mensaje haya estado cargado de «moderación» de cara al empresariado. Tanto el kirchnerismo como la derecha buscan adjudicarle un perfil «populista» o «redistribucionista» (unos para apoyarla y otros para repudiarla), pero lo cierto es que más allá de las diferencias que su gestión pueda llegar a tener con la de Guzmán, el ajuste contra los trabajadores continuará.
