Este aumento se da en el contexto de un reciente paro patronal de los empresarios del transporte por un supuesto retraso en los pagos de los subsidios. Las patronales del transporte buscan no dejar de ganar un solo peso, ni siquiera momentáneamente.
La segmentación que estableció el ministerio alcanzará a beneficiaros de la AUH, veteranos de guerra, trabajadoras y trabajadores domésticos, jubilados y/o pensionados y monotributistas sociales. Este grupo recibirá un descuento del 55% del precio del boleto de manera «automática».
En el caso de colectivos el boleto mínimo de $18 pasará a $25,20. El que cuesta $20 pasará a 28 pesos. El de $21 a $29,40; el que cuesta actualmente $22 pasará a $30,80, mientras que el segmento más largo, que cuesta $23 tendrá un valor de $32,20.
En el caso del los servicios de los trenes, en las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín, el boleto pasará a valer $17,25; el ferrocarril Urquiza costará $11,25; el Roca y el Belgrano Sur, pasarán a $10,75, y el Belgrano Norte subirá a $9,50.
Por si esto fuera poco, el Gobierno porteño aprovechó el contexto para anunciar un aumento en el precio del pasaje del subte en CABA un 40%.
El ministerio de Transporte dispuso un insuficiente aumento de los subsidios en el interior del país del 10% para julio y agosto, y un 16% adicional para septiembre. Con esto se busca darle un disfraz federal al ajuste. Dado que el 80% de los subsidios van a parar al transporte del AMBA, el gobierno ahorra mucho mas de los que invierte. Es un golpe más al bolsillo en una situación de inestabilidad total en la economía, que está afectando más que nada a los trabajadores y sectores populares.