
El ataque de Atanor fue calculado, con el retorno de las vacaciones y de la parada anual de mantenimiento y, por lo tanto, sin producir.
La respuesta no se hizo esperar con asambleas y decisión de los compañeros, sus delegados, la comisión interna y la directiva del Sindicato de Personal de Industria Química y Petroquímica de Río Tercero (SPIQyP Río III). Se paró y se cortó el acceso al polo petroquímico que paraliza también otras dos empresas más: Petroquímica Río III y Fábrica Militar de dicho predio. Un paro y un corte contundentes donde participaron los trabajadores de esas empresas, docentes autoconvocados, las trabajadoras del PAICOR, y la solidaridad de la población en general.
Tan contundente fue la respuesta que la patronal por la noche acepta la conciliación obligatoria.
Un primer round ganado ampliamente por los trabajadores que hizo retroceder a la patronal y al Ministerio, decretando la conciliación obligatoria.
La trampa de la conciliación obligatoria
El ingreso a la conciliación obligatoria fue una verdadera trampa para desactivar la medida contundente de los primeros días e ir minando la decisión de los compañeros.
El Ministerio de Trabajo, no hay que confundirse, es una herramienta del gobierno al servicio de la patronal para derrotar los reclamos de los trabajadores. Utilizan todo tipo de maniobras para lograr esto, pero la principal es desgastar a los compañeros vía decretar conciliación tras conciliación y audiencia tras audiencia. Conciliaciones y audiencias donde no acorralaba u obligaba a la patronal a reincorporar compañeros, sino que le daba tiempo a la misma para intentar convencer a los despedidos para que agarren la guita y así dinamitar y dividir el reclamo. Así Atanor lo hizo siempre, pero esta vez se encontró con la voluntad de los compañeros de enfrentar los despidos.
La movilización callejera para enfrentar las audiencias interminables
No solo que aplicaron la conciliación obligatoria sino que usaron y se valieron de la distancia para desgastar a los compañeros, con audiencias en la ciudad de Córdoba, a más de 100 km, solo con el fin de aislar a los trabajadores del resto de sus compañeros y de las plantas industriales.
Ante esta maniobra del gobierno de Schiaretti, de su ministro Sereno con la patronal de Atanor, tuvo su respuesta. El SPIQyP movilizó a sus trabajadores en tantas audiencias que hubo, realizando un verdadero esfuerzo y apelando a la solidaridad de las organizaciones sindicales, políticas y sociales, de la cual la Corriente Sindical 18 de Diciembre y el Nuevo MAS podemos decir que estuvimos desde el primer día. Realizando verdaderas movilizaciones y concentraciones en las puertas del Ministerio en la ciudad de Córdoba con cientos de participantes. En ese sentido los trabajadores, sus delegados y la directiva del sindicato tomaron una iniciativa de negociar apoyándose en la movilización (un ejemplo tal vez único entre los gremios industriales de Córdoba, tal vez otro hubiese sido el resultado si el SUTNA Córdoba hubiese realizado estas acciones ante el despido de Facundo Díaz).
A la patronal no le bastó con esto, cambiando nuevamente a la sede de Río Tercero las reuniones lo que, en un sentido, si bien debilitó la movilización de las organizaciones, se fortaleció con la presencia de los trabajadores en las puertas del mismo. Audiencias que permitieron por primera vez en la historia de ATANOR que la empresa aceptara reincorporar despedidos. Lamentablemente solo a 5 compañeros sobre los 24 iniciales. Hay que decir que todo ese tiempo y prolongaciones de conciliaciones luego de casi 57 días de empezado el conflicto la patronal fue tratando que más compañeros aceptaran el despido con algunos mangos más. Pero lo que hay que destacar es que nunca nadie se cortó solo.
Acuerdo que se aprobó en asamblea de la totalidad de los despedidos, de los delegados y la directiva y se refrendó en una asamblea ayer en el cambio de turno.
Un balance necesario
Ayer los compañeros, si bien reconocían que lograron reincorporar a cinco compañeros y obligaron a negociar a la multinacional, hecho histórico en Atanor, sí quedaba un gusto amargo porque de ninguna manera es un triunfo. Pero también hay que destacar que ATANOR tampoco pudo imponerse en toda la línea, y de esa manera atacar el convenio de los químicos imponiendo nuevas condiciones de flexibilización de cara a la millonaria inversión que piensa hacer en la planta. Y si bien desde la directiva para abajo reconocen que no es un triunfo, sí rescatan que quedan con mayores reservas para organizarse y defender sus derechos.
Un conflicto que tuvo medidas contundentes el primer día con paro y corte en el portón, y negociaciones que se apoyaron constantemente en la movilización de los trabajadores y otros sectores, y que demostró la voluntad de los trabajadores y su directiva en la movilización. Hechos que son correctos y progresivos. Pero desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre queremos ser claros: es importante todo el apoyo necesario de todas las organizaciones, sociales, sindicales y políticas, pero lo que es clave es la disposición de los trabajadores a la lucha que son los que garantizaron esa movilización. Nadie en ese sentido puede sustituir a los propios trabajadores, ni aún las organizaciones sociales más grandes. Y es en ese sentido que no coincidimos con la orientación de algunas organizaciones que plantean que solo el número de la movilización alcanza para determinar el resultado. Nosotros opinamos que si no afectás la producción o los intereses de la patronal, no podés terminar de torcerles el brazo. Es una combinación de medidas en la planta y la movilización.
Sabemos que la lucha se dio en el terreno de ATANOR con la fábrica parada y con el peso en la conciencia de los trabajadores de lo dura que es esta empresa, con el recuerdo todavía del conflicto del 2017. Un hecho que muestra lo progresivo del conflicto pero que también le puso límites. También mencionar la traición de la Federación que no llamó a un minuto de paro ni convocó a absolutamente nada en estos casi dos meses de conflicto. Incluso con la caradurez de Barbero de presentarse en la ante última audiencia y decir que iban a largar un paro si era necesario (que nunca llegó).
Una lucha que terminó en la imposición de la negociación en el Ministerio, y que permitió la reincorporación de cinco compañeros, pero que no se avanzó por los límites del conflicto en una prueba directa con la empresa.
Importantes reservas en los trabajadores para continuar con su organización
No se quedaron con el resultado de la negociación. Terminada la negociación, la directiva realizó junto con la interna, asambleas de despedidos, de delegados, de trabajadores y también en el día de ayer se llevó adelante una numerosa asamblea en el cambio de turno en ATANOR que aprobó el acuerdo. No es algo menor, ya que permite unificar a la fábrica y con el compromiso que no se van a cubrir ni aceptar polivalencia funcional de los puestos de trabajo de los compañeros despedidos.
Un nuevo desafío se les presenta a los compañeros: seguir organizándose con asambleas y discusiones adentro de la planta, para que la próxima vez que ATANOR intente despedir o cambiar las condiciones de trabajo tenga que pensarlo mil veces. Desde Corriente Sindical 18 de Diciembre nuestro compromiso de acompañarlos en su lucha.