Desde el ¡Ya Basta! llevamos estas discusiones y dimos una batalla política logrando arrastrar a toda la izquierda a dar una batalla común para que nuestro centro de estudiantes se pronunciara con una política independiente ante estas cuestiones.
El debate central de la asamblea fue sobre la posición del Centro de Estudiantes de cara a la votación de la nueva Ley Ómnibus en el Senado. Desde el ¡Ya Basta! llevamos el planteo de que el CEFYL se movilice el día en que se trate, para tirar abajo esta ley con la que el gobierno busca consolidarse institucionalmente, con el sostén de la oposición colaboracionista, el peronismo, la burocracia sindical y todo el régimen político. En ese sentido, la conducción del CEFyL (La Mella, La Cámpora, Aluvión-Movimiento Evita) buscó imponer una consigna electoralista (“La patria no se vende”), como parte de su orientación de esperar a las elecciones de 2027 para no enfrentar ahora al gobierno de Milei. Sin embargo, logramos ganar la votación para que el centro se pronuncie por la exigencia de un paro general a la CGT y las CTAs para el día en que se vote la ley, para que sea una movilización multitudinaria.
En relación al conflicto educativo, denunciamos la resolución votada por el Consejo Superior de la UBA de levantar la emergencia presupuestaria por migajas del gobierno, entregando la pelea educativa que no está en absoluto resuelta. De la misma manera lo hicieron los trabajadores nodocentes que se hicieron presentes en la asamblea quienes, al igual que todes les trabajadores de las universidades, siguen sufriendo la miseria salarial. En ese sentido, también denunciamos, nuevamente con el silencio de la conducción de El Colectivo, el voto a favor de esta resolución por parte del decano Manetti, quien encabeza la gestión peronista de Filosofía y Letras. En el mismo sentido, el peronismo, y La Mella en particular, se abstuvo de votar una adhesión al festival organizado por el Nuevo CEAA de la UNA en defensa de la educación pública, negándose a solidarizarse con las otras universidades nacionales que siguen sin respuesta por parte del gobierno ante el problema presupuestario.
Además, desde el ¡Ya Basta! llevamos la discusión sobre Palestina, para que la asamblea se pronuncie en rechazo al genocidio llevado adelante por el sionismo en la franja de Gaza y en solidaridad con los cientos de acampes y protestas estudiantiles que se vienen desarrollando en distintas partes del mundo. De manera vergonzosa y cómplice con el genocida Estado de Israel, El Colectivo decidió abstenerse en esta votación. Esto no impidió que la moción de cese al fuego en Gaza y la solidaridad con les estudiantes en todo el mundo saliera a favor, dejando en evidencia a las organizaciones del peronismo en Filosofía y Letras que, así como lo hacen sus fuerzas políticas a nivel nacional, se subordinan a la política del lobby sionista y del imperialismo que lo respalda. Este accionar bochornoso por parte de las organizaciones del kirchnerismo no terminó ahí, sino que se repitió con su negativa a votar el apoyo a la lucha de los trabajadores del Neumático, que vienen enfrentando los 97 despidos en Fate.
Recuperar el CEFYL con la unidad de la izquierda para derrotar a Milei
A su vez, desde el ¡Ya Basta! abrimos el debate fundamental sobre la necesidad de recuperar el CEFyL. Planteamos la necesidad de unificar al conjunto de la izquierda en las elecciones de este año en una lista común que respete la militancia orgánica en la facultad, para recuperar un centro de estudiantes independiente y combativo ante los desafíos que tenemos por delante bajo este gobierno de ultraderecha. Este es un debate que está sobre la mesa luego de los comportamientos de las organizaciones del FITU en las últimas asambleas, que vienen actuando para dividir, atacando al ¡Ya Basta! por ser la corriente más importante de la izquierda en la facultad y, con esa actuación, le regalan espacio y posiciones políticas al peronismo. Por eso, planteamos que es necesario dejar las mezquindades de lado, para unificar a la izquierda y recuperar el centro de estudiantes, respetando la militancia orgánica de cada corriente.
Desde el ¡Ya Basta! dimos una gran pelea por ganar esta asamblea, y así lo hicimos tanto desde el número, donde la fuerza militante del ¡Ya Basta! representó a más de la mitad del total de la izquierda presente en la asamblea, así como desde la política, impulsando una batalla común de toda la izquierda para lograr los puntos fundamentales en la asamblea: movilizar al Senado exigiendo el paro general para derrotar la Ley Bases e impulsar una política independiente para continuar el conflicto educativo hasta derrotar a Milei. Fue de esa manera que la izquierda logró imponerse en las votaciones de la asamblea por sobre la conducción peronista del CEFYL de El Colectivo.
