
Estamos viviendo en un mundo en crisis, donde los grandes problemas generados por el capitalismo se suceden con dramatismo y arrollando con todo a su paso. Estamos viviendo una enorme crisis económica a nivel mundial. La guerra en Ucrania y las tensiones entre China, Estados Unidos y Taiwán ponen sobre la mesa el retorno del militarismo, con las principales potencias imperialistas mundiales armándose hasta los dientes, y preparándose para nuevas masacres, como a principios del siglo XX. Estamos atravesando una crisis ecológica mundial, donde las consecuencias de la mercantilización de la naturaleza se expresan en catástrofes ambientales cada vez más frecuentes. El capitalismo del siglo XXI también muestra su peor cara con la precarización laboral y la eliminación de derechos laborales históricos: al calor de la crisis, los capitalistas quieren salvarse retrotrayendo las luchas y conquistas sociales a finales del siglo XIX.
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Pero no solo vivimos en un mundo en crisis, sino también un recomienzo en la experiencia histórica de las nuevas generaciones. Miles de jóvenes salimos a las calles en todo el mundo luchando contra estas injusticias: Black LivesMatter en Estados Unidos, los jóvenes que enfrentan al neoliberalismo en Chile y Colombia, el movimiento de mujeres, el movimiento ecologista, las nuevas generaciones de trabajadores que están poniendo en pié nuevas organizaciones, como los trabajadores de reparto por aplicación, de Amazon, Starbucks y tantos otros.
Y con la vuelta de la lucha social en las calles también vuelve con todo la perspectiva emancipadora: que la lucha de los de abajo, de lxs trabajadores, de lxsexplotadxs y oprimidxs puede cambiar esta sociedad de raíz para vivir en un mundo sin explotación ni opresión. Esa perspectiva es la del marxismo revolucionario, de Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo y tantos otrxs, que vuelve a estar más vigente que nunca.
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Desde el ¡Ya Basta! queremos llevar esta perspectiva emancipadora a todos los centros de estudio, con una Cátedra Libre, donde en distintas facultades podamos debatir sobre el mundo en el que vivimos, cómo transformarlo, cómo relanzar hoy en día el marxismo en el siglo XXI. Y que se empape de toda la experiencia histórica del siglo XX, que demuestra, con el derrumbe del estalinismo, que sin la clase obrera al frente, realmente tomando en sus manos los destinos de la humanidad, no hay transformación socialista posible.