Aníbal Fernández presentó su renuncia al presidente luego del atentado contra CFK

El ministro de Seguridad, a cargo de la Policía Federal que custodió a la vicepresidenta, declaró que tras el atentado puso a disposición del presidente su renuncia.

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«Yo soy un caballero y cuando estas cosas sucedieron, lo primero que le dije al presidente es que estaba dispuesto a correrme», aseguró esta mañana en una rueda de prensa Aníbal Fernández. Las declaraciones se dan cuatro días después de las evidentes fallas en el rol de la policía cuando Sabag Montiel gatillara un arma en la cara de Cristina Kirchner.

La titular de Madres de Plaza Mayo, Hebe de Bonafini, fue una de las primeras dirigentes del Frente de Todos que puso la lupa sobre Aníbal Fernández al exigir públicamente la renuncia del ministro. «Me duele el alma porque ella no sabe qué pasó y opinó sin saber nada; hay que mirar las cosas como son» deslizó luego el ministro de Seguridad.

Aníbal Fernández está en el centro de la polémica. Manteniendo desde entonces un perfil bajo tanto en medios de comunicación como en redes sociales, el ministro informó que el presidente rechazó su renuncia. Al mismo tiempo, Alberto habría reforzado su figura al frente de la cartera de Seguridad tras relatar su participación central en la reunión de Gabinete convocada de urgencia luego del atentado.

Tras hablar con los periodistas durante diez minutos al llegar a las oficinas de su ministerio, Aníbal Fernández se encargó de defender el accionar de la Policía Federal al asegurar que los protocolos se cumplieron. El funcionario afirmó que la vicepresidenta se encontraba rodeada por efectivos de seguridad cuando sucedió el ataque y lo ejemplificó con la figura de un «dado» en cuyo centro se encontraría Cristina.

Además, el ministro aprovechó para deslindar de responsabilidad a la policía en el «reseteo» que presentó el teléfono celular del atacante y que ensucia la investigación. Aníbal Fernández declaró que los efectivos entregaron el celular de Montiel a la justicia con las medidas de seguridad pertinentes.

Más allá de sus firmes declaraciones, reconoció que «no le satisface lo que sucedió». Es que, en los hechos, la cercanía que alcanzó el atacante y los siguientes 6 minutos en los que Cristina Kirchner firmó más autógrafos, complica el papel cumplido por la custodia policial, que depende directamente del ministro.

Aníbal Fernández, auto definido como un «duhaldista de paladar negro», en su paso por distintos gobiernos peronistas acumula un oscuro prontuario. Tuvo responsabilidad directa en la Masacre de Avellaneda de 2002 (ocasión en que fueron asesinados Maximiliano Kosterki y Darío Santillán) durante el duhaldismo, pero también en el encubrimiento de la desaparición de Jorge Julio López en 2006, bajo Néstor Kirchner, en la muerte de 2 personas durante la brutal represión policial en el Parque Indoamericano en 2010 y en el ataque de una patota sindical que terminó con el asesinato de Mariano Ferreyra en el año 2010, ya bajo cristina.

 

 

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