Algunas consideraciones acerca de la carta de Cristina

En medio de la crisis por el descontrol del dólar y aprovechando el aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, Cristina publicó una carta con sus opiniones sobre la coyuntura política y económica que atraviesa el país.

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Las definiciones en relación a la crisis cambiaria fueron:

1- “La economía bimonetaria es el problemas más grave que tiene nuestro país”.

La primera afirmación aquí citada incurre en una tergiversación habitual en política: Cambiar las causas por las consecuencias.

La economía bimonetaria, es decir, la utilización del peso para consumo interno y el dólar para el ahorro, la importaciones y ciertas operaciones como la compra de inmuebles, no es el problema, es en todo caso, el efecto, la consecuencia.

El problema real es la subordinación de la economía nacional a los intereses de la burguesía imperialista, que explican su bajo nivel de desarrollo productivo y su marginal lugar en la economía mundial, como exportador de productos agrícolas, granos y derivados de las materias primas del campo.

Los negocios de la burguesía local basados en exportar productos agrícolas, fuertemente ligados a los intereses del imperialismo, sumados a los gobiernos cipayos (incluyendo dictaduras, gobienros neoliberales) y una constante presión política y económica, obstruyó cualquier posibilidad de desarrollo industrial importante y tensó para que ocupemos el lugar de «granero del mundo» en la división del comercio internacional.

Eso generó un país en el que siempre se necesitan dólares para importar lo que no producimos o los insumos de lo poco que producimos. La constante búsqueda del ingreso de dólares  a través de la emisión de Bonos para atraer a “inversores” financieros internacionales fue una práctica sostenida por todos los gobiernos que resulta solo en un ingreso momentáneo de dólares en lo inmediato y un negocio formidable para los buitres financieros internacionales, con la contraparte de un vaciamiento de las divisas del estado a mediano plazo.

2- “No es un problema ni de izquierda ni de derecha, todos los gobiernos nos topamos con él”.

Partiendo de esta definición: El problema no es la economía bimonetaria, esa solo es la consecuencia de un país subordinado al imperialismo con un bajo nivel de industrialización. Podemos darnos cuenta que la sentencia de cristina: “El problema no tiene ideología, no es de izquierda ni de derecha” es falsa. El alineamiento con los intereses de los Estados Unidos sí tiene ideología, que está sostenida por intereses geopoliticos y económicos de la clase dominante que es y fue, representada por los diferentes gobiernos en este país.

Si alguien se pregunta si esta subordinación es combatida por el gobierno de Alberto, tiene solo que recordar el voto de la delegación argentina en la ONU, junto a la de Trump contra el gobierno venelzoano, gobierno con en el que no adscribimos, pero del que debe encargarse su propio pueblo, no una injerencia del imperialismo yanqui, que como sabemos nunca ayuda a la solución de los problemas de las mayorías populares.

3- “Tampoco es de clases, lo usan los trabajadores para ahorrar, tanto como los empresarios para comprar insumos y para fugarlos generando activos en el exterior”.

La última afirmación es por lejos la más vergonzosa: El problema no tiene clases, dice Cristina, compran dólares los trabajadores y los empresarios. Los últimos además también los usan para fugarlos y generar activos en el exterior, hacen más daño, pero todos lo usan. Cristina habla del afán de comprar dólares como de una afición psicológica por la moneda norteamericana, como de una fobia al peso, que aqueja a los argentinos, sin saber bien por qué, porque como dijo la ex mandataria: “la psicología no es lo mio”.

Cualquier tipo de equiparación de los trabajadores quienes, tratan de proteger sus magros salarios de la constante depreciación de la moneda nacional a la especulación de los empresarios y el sector financiero es una canallada total. Numéricamente no tiene ninguna proporción, los grandes empresarios y los especuladores financieros hacen enormes negocios sin el menor esfuerzo, sin siquiera arriesgar un céntimo de su fortunas, mientras los laburantes dejan de perder algo de lo poco que ganan trabajando todo los días.

Lejos de ser un problema cultural, psicológico, o de algún tipo de realismo mágico argentino, el problema de “la economía bimonetizada”  es la consecuencia de un país, cuya base productiva fue moldeada según los intereses del imperialismo por su socio menor, la clase capitalista argentina y todos los gobiernos quienes la han representado, el de Cristia incluido, quien fue incapaz de tocar estas estructura dependiente en los más de 12 años que le tocó gobernar.

4- La carta finalizó  llamando a un acuerdo con todos los sectores políticos, económicos, sociales y mediáticos de la República Argentina para resolverlo

Por último, el llamado a todos los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales a unirse para resolver esta mal que tanto aqueja a nuestros país y que finalmente de nadie es responsabilidad, es pedirle a los fugadores seriales, los generadores de las corridas cambiarias y a los empresarios, que presionan por una devaluación que pulverice el salarios de los trabajadores, que se unan para dejar de hacer lo que hicieron toda para enriquecerse toda la vida.

Para frenar la sangría económica hay que afectar los intereses de los capitalistas a quienes Cristina llama a consensuar. En tanto no se tomen audaces medidas que afecten a los que se enriquecen especulando con el dólar a costa del hambre de millones, como la estatización de la banca y el monopolio del comercio exterior, la obligación de la liquidación de la cosecha so pena de la expropiación y un aumento de las retenciones así como impuestos a las grandes fortunas, los llamados a la buena voluntad de los capitalistas serán sentimientos y no certezas.

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