La marcha toma un valor especial este año y en este momento, a sólo cuatro días de la asunción de Javier Milei como nuevo presidente del país. Se trata de un gobierno ultrarreaccionario y negacionista de los crímenes de la última dictadura.
Por eso, la movilización implica plantar bandera por la lucha por los DD.HH. en nuestro país en un contexto donde seguramente el nuevo gobierno ensayará ataques a las conquistas conseguidas por Memoria, Verdad y Justicia.
Por eso, la marcha toma como consignas el histórico grito de «Son 30.000, fue genocidio», contrario a las expresiones negacionistas del tándem Milei-Villarruel, quienes califican a la dictadura como una «guerra» en la que se cometieron «algunos excesos» y se minimiza la cantidad de víctimas.
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La movilización se dirige desde Congreso hasta la Plaza de Mayo, donde se realizará un acto. Participan decenas de organismos de DD.HH. independientes, organizaciones políticas y sindicales, agrupaciones feministas, estudiantiles y de trabajadores, entre otras.
«La lucha por los DDHH de hoy y de siempre, continúa ahora contra un gobierno reaccionario integrado por personajes que niegan el genocidio de nuestros 30.000 detenidos-desaparecidos y reivindica la dictadura militar» expresó en sus redes Héctor Heberling, dirigente nacional del Nuevo MAS. También participa la ex precandidata a presidente de la izquierda, Manuela Castañeira.
En la cabecera de la movilización se encuentran madres y abuelas de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en particular con la presencia de Nora Cortiñas, quien hablará en el acto en la plaza.
