El anuncio del ajuste sobre los salarios de miles de trabajadores estuvo a cargo del funcionario gubernamental Pablo Ceriani. Se lo comunicó unilateralmente a los gremios (que lo apoyan) en la noche del 1 de julio.

Ceriano había declarado en días previos que el Estado ya no estaría en condiciones de subsidiar a la empresa, por lo que se achicarían los gastos.Sin embargo, el Estado viene subsidiando generosamente a las grandes empresas y los salarios de sus jefes multimillonarios con programas como el ATP. Los cientos de millones que se fueron en deuda externa también son un despilfarro evidente.

La empresa lleva ya varios años de crisis por el desguace y desmanejo que se hizo en función de los intereses de las empresas low cost, a los que se le fueron cediendo de manera sistemática rutas de vuelo que correspondían a la aerolínea de bandera. La gestión de Fernández no ha dado un sólo paso para retroceder en esta realidad y la crisis de la pandemia y el consiguiente derrumbe de la cantidad de vuelos sólo agravó la situación.

Los salarios venían ya fuertemente atrasado, como habían denunciado los trabajadores reiteradas veces durante las huelgas que se sucedieron en los últimos años. La paritaria del año pasado no llegó a cerrarse y la de este año simplemente nunca insinuó hacerse. Los gremios dejaron derrotar las huelgas salariales bajo el macrismo y ahora lisa y llanamente apoyan a la gestión de Ceriani.

No obstante, la situación es demasiado grave como para que los sindicatos simplemente no digan nada así que optaron por… quejarse en comunicados. Anunciaron que harían reclamos en el Ministerio de Trabajo dirigido por funcionarios de la misma línea de Ceriani.

Hay 4 mil trabajadores suspendidos que durante junio y julio cobran el salario como no remunerativo, sin aportes ni cargas sociales. Los funcionarios a la cabeza de Aerolíenas anunciaron que se rebajarían el salario para paliar la crisis… pero aún así siguen estando muy por encima de lo que cobra cualquier trabajador al que ahora le están recortando la mitad de un salario que ya era insuficiente.