Alberto Fernández anunció que presentará “su” proyecto de aborto el 1 de marzo, día de inicio de las sesiones parlamentarias.

Casi nadie sabe los detalles del proyecto que presentaría Fernández. Pero sus afirmaciones en pos de ‘bajar’ pañuelos verdes y celestes, su pertinaz aclaración de que está por el aborto pero que hay “llegar a consensos”, dan alguna pista.

La despenalización no saca de la clandestinidad al aborto. La ilegalidad del aborto hace que la gran mayoría de las mujeres, la gran mayoría de la población trabajadora, las más pobres, las más precarizadas, corra riesgo de vida. La despenalización por sí sola no resuelve el hecho de que cuando llega una mujer al hospital público con consecuencias de un aborto mal realizado, se encuentre con un cura, con un objetor de conciencia o con el maltrato de la ignorancia.

El proyecto de “los mil días” o las mil trampas de la fe

Fernández anunció que junto con “su” proyecto de ley de aborto va a presentar un proyecto de “los mil días” (Clarín, 2/2/19 y La Nación, 5/2/19), calificado como un programa para “proteger a las madres que no están decididas a criar a sus hijos, dándoles protección los primeros tres meses de vida”. En su paso por San Juan el ministro de desarrollo social, Daniel Arroyo (sisanjuan.gob.ar, 29/1/20), le palmeó la espalda al gobernador Sergio Uñac por su plan de los mil días.  El plan lo que incluye es un miserable subsidio por 3 meses, una vez nacide le niñe. El gobierno de San Juan dice que con el plan de los mil días logró bajar la tasa de mortalidad materna (diariodecuyo.com.ar)… Lo que no dice es, por encima de la media nacional, el 14% de los embarazos llevados a término son de chicas entre 14 y 19 años (datos del ministerio provincial de salud). La enorme mayoría no va a la escuela, y por supuesto la incidencia del abuso sexual es enorme (Y estamos dejando afuera los datos de niñas-obligadas a ser madres de entre 9 y 14 años). Uñac, que ya era gobernador de San Juan en 2018 y se sacaba fotitos con Macri, dio la orden a sus diputados y senadores: fue una de las provincias con 100% de voto en contra al proyecto de la marea verde tanto el 13J como el 8A. ¡No se baja la mortalidad materna a costa de sacrificar las vidas de las niñas y adolescentes obligándolas a ser madres! ¡No a costa de que igual sigan muriendo mujeres por abortos mal realizados fuera del sistema de salud pública! ¡La manera más eficaz de bajar la mortalidad materna es legalizando el aborto!

Vamos por el proyecto de la campaña

Lo cierto es que hay dos proyectos. Está el proyecto presentado por la Campaña el último 28 de septiembre y que tiene estado parlamentario. El proyecto de la campaña es el que claramente tiene todos los puntos para garantizar que el aborto sea legal y que se aplique.

El proyecto de la campaña no incluye la objeción de conciencia institucional. El ejemplo de lo que ocurre en Uruguay es muy importante: hay departamentos (provincias) enteros que se han declarado objetores de conciencia. Entonces, aunque el aborto es legal, en la práctica no se realiza porque no hay un solo médico o médica que lo realice y eso está amparado por la ley. ¡La objeción de conciencia impide el acceso al aborto!

En el proyecto de la campaña el aborto es de aplicación en todo el país, sin restricciones e incluye el aborto a pedido de la persona, sin dilaciones (como máximo a 5 días de que se inicie el pedido), sin comités de bioética de por medio, que es la manera de dilatar, por ejemplo, los abortos no punibles (como el caso de Ana María Acevedo). Además, el proyecto de la campaña incluye el aborto en el PMO (Plan médico obligatorio), es decir, que se haría en hospitales y también en obras sociales.

El proyecto de ley de Fernández, consensuado con los celestes, dejaría muchos huecos para que los antiderechos se metan de mil maneras a impedir que el aborto sea una realidad. Si no deja por fuera la objeción de conciencia institucional o individual, si el proyecto de ley no deja por fuera comités de bioética compuestos por curas y antiderechos, si el proyecto de ley no es a solo pedido de la mujer, joven, niña o persona con capacidad de gestar; si el proyecto incluye condicionamientos o dilaciones de cualquier tipo a esa decisión; si el proyecto no incluye el aborto como derecho a decidir de la mujer en los contenidos de la ESI… ese no es el proyecto de la marea verde. Ese no es el proyecto por el que miles y miles de jóvenes se movilizaron, hicieron vigilias, “educaron” a docentes, familias y a la sociedad en general.

El proyecto que presentó la campaña no les pertenece a algunas redactoras, ni a las “cabilderas” ni a las funcionarias, porque es el proyecto de toda la marea verde. Si Fernández presenta un proyecto que es algo menos que los mínimos irrenunciables contenidos en el proyecto de la campaña y las otrora activistas devenidas en funcionarias insisten en hacernos consensuar con los antiderechos en nombre de que es mejor “algo” y que ya veremos cómo conseguimos “todo”, estarán colaborando en no garantizar el aborto legal. Si hacen eso, estarán traicionando la confianza de la marea verde. Porque esta marea es la que impuso que se discutiera el aborto en la Argentina, porque es la que logró en la helada madrugada del 13J torcerle el brazo a la cámara de diputados y que se obtuviera la media sanción, la que dio el puntapié para una marea que se extiende por toda Latinoamérica exigiendo ¡basta de muertes por aborto clandestino! ¡Niñas no madres! ¡Aborto legal, seguro y gratuito en el hospital!

La marea verde tiene la fuerza para imponer su propio proyecto, que es el proyecto de dar un paso en serio hacia la libertad de las mujeres, un paso en la dirección de poder elegir sobre nuestra propia vida y construir nuestro propio destino. Es falso que hace falta “consensuar” con los antiderechos. Porque la mayoría social ya se pronunció por el aborto legal. Por eso, no bajemos los pañuelos: ¡Nuestro proyecto es del de la campaña! ¡Que sea ley, que los antiderechos y la iglesia no se metan!

El 19F hay que copar el Congreso, la marea verde tiene que salir a las calles para marcar su postura: vamos por el proyecto de la campaña.

El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, saldremos nuevamente a las calles, por el aborto legal y por todos los derechos de las mujeres. Se discute sobre la deuda externa y todo el país está pendiente de si el gobierno logrará un “arreglo” con el FMI. Fernández le pide al FMI (el que no tiene reparo en hundir países a cambio de la usurera deuda) que le consiga tiempo con los bonistas privados. Fernández pide tiempo “para crecer”, es decir, para juntar la plata (o sea aplicar ajuste y ajuste) y pagarles más adelante. A cambio, como ya demostró el gobernador Kicillof, se compromete a ¡pagarle a los que juegan a las finanzas y no dar ningún aumento a les docentes! Hay que romper con el FMI, no hay que pagar la deuda externa! ¡La deuda es con la población trabajadora! Esas son nuestras banderas para el 8M.

¡Nuestro proyecto es el de la campaña!

¡Aborto legal ya!

¡Que la iglesia no se meta!

¡Niñas, no madres! ¡Educación sexual laica, científica, feminista y obligatoria!

Vení con Las Rojas

19F todxs al pañuelazo en Congreso. Actividades en el gazebo a partir de las 17 hs.

8M a las calles en el Día Internacional de la Mujer

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