El gobierno se comprometió con el FMI a llevar adelante un fuerte aumento de tarifas energéticas en los próximos meses, según revela el último informe del FMI.
Publicado como resultado de la reunión que el board del Fondo tuvo con Sergio Massa en Washington, el informe detalla que Argentina se comprometió a una fuerte reducción de subsidios que implicarán importantes aumentos en las boletas de luz y gas, que se sumaran a los que el gobierno ya vino aplicando el año pasado.
Esto significa una aceleración de los aumentos con respecto al esquema escalonado que regia hasta ahora, también diseñado para cumplir con la meta de déficit fiscal que exige el organismo que conduce Kristalina Georgieva.
La propia Secretaría de Energía se encargó de confirmarlo a través de su Twitter: aquellos que no se hayan anotado al Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) o que en el mismo hayan sido clasificados como de «altos ingresos», pagarán la tarifa plena de luz y de gas a partir del mes que viene.
Es importante destacar que la clasificación de «altos ingresos» esconde a un porcentaje mucho mayor de lo que puede parecer: el 34% de los usuarios de electricidad y el 38% de los de gas fueron incluidos en esa categoría por el RASE, porcentajes que están muy lejos de la realidad vendida por el gobierno en un principio, que afirmaba que sólo «el 10% más rico» se quedaría sin subsidios.
Según estimaciones, esta quita de subsidios al amplio universo de los supuestos «altos ingresos» representará aumentos de tarifas eléctricas en el orden del 145%. Mientras tanto, los hogares considerados de ingresos «medios», que mantienen un pequeño porcentaje subsidiado, sufrirán así y todo aumentos del 100% aproximadamente.
Como si este ajuste no fuera ya suficiente, el ENRE continuará sus aumentos pautados que son independientes de la quita de subsidios, y que se explican sencillamente por lo que se llama VAD o «valor agregado de distribución», que en criollo representa los ingresos de EDENOR y EDESUR. Sí, esas mismas empresas que dejaron a millones de argentinos sin luz durante la intensa ola de calor en el verano, siguen siendo premiadas por el gobierno, golpeando aun más el bolsillo de la gente.
De estos aumentos por VAD no se salvan ni los que son considerados de bajos ingresos, ya que por la actualización de este índice sufrirán aumentos de electricidad de 48% este mes y de 114% en junio, sólo para llenar más los bolsillos de las empresas vaciadoras.
Evidentemente, Massa trajo algo más que sólo «buenas noticias» de su viaje a Washington, como quiso transmitir el gobierno desde que se supo que el Fondo aceptaba bajar la meta de reservas para este año. Nada es gratis en la vida, y el «favor» que el Fondo le hizo al ministro se pagará con más ajuste, no al bolsillo de Massa, sino de la clase trabajadora.