29D: ¡Vigilia en el congreso hasta que el aborto sea ley!

Luego de la media sanción, el movimiento de mujeres se prepara para la dura batalla en el Senado.

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48 horas de calor agobiante, apostadas en las puertas del vallado Congreso y en todas las plazas del país. Así llegamos hasta la media sanción que conquistamos el viernes 11 de diciembre a las 7.53 am.

Un triunfo que se gestó en las calles, en las escuelas, en los pañuelazos, en las vigilias de 2018, en las puertas de las casas de las provincias por cada niña obligada a ser madre por gobernadores anti derechos, en las puertas de hospitales donde los antiderechos intentaban evitar que se realice la ILE, en los Encuentros Nacionales de Mujeres, entre las mujeres de los barrios y los movimientos, entre las pibas, los pibes y les pibis que coparon cada rincón del país con su glitter, con los pañuelos verdes, en las fábricas y lugares de trabajo donde se hicieron asambleas, pañuelazos y se garantizaron los paros de mujeres, de les trabajadores de la salud comprometides con los derechos de las mujeres, que hacen redes y garantizan la práctica, de la movilización que logró el Fallo FAL de 2012, de las organizaciones del movimiento de mujeres y la diversidad cada 8 de Marzo, cada 25 de Noviembre, cada vez que salimos por #NIUnaMenos… Un triunfo que se apoya en la mayoría de la sociedad ya convencida de que el aborto debe ser legal.

Los intentos de adormecer, amordazar y acallar al movimiento fueron vanos y obligaron a que se reabriera el debate en el Congreso. La vigilia del 10 y 11 fue testigo, otra vez, de la fuerza de la marea verde en la calle, frente a un puñado de antiderechos. Fueron 20 horas de agite sin parar y al final, la media sanción. Como bien planteó nuestra compañera Manuela Castañeira: “Este triunfo no es magia, es esta marea, es esta lucha y es nuestra”.

A nadie le interesaban los discursos de la comisiones, pura reiteración de los argumentos de 2018. El discurso que sobresalió fue el de “saquen a Dios de la Constitución” de una indignada celeste. En eso estamos, señora, en eso estamos.

Que el Estado, el Papa, el gobernador, el cura, el rector, el director; todos opinen sobre lo que la gente tiene que andar haciendo con su sexualidad, eso es lo que se juega en la batalla del Senado. Porque gobernar sobre el cuerpo de las mujeres es parte de regimentar a toda la sociedad. Lo que tanto les molesta a esos señores antiderechos es que estamos a muy poco de quitarles su licencia para opinar sobre lo que cada mujer tiene que hacer con su cuerpo y con su deseo.

¿La Campaña no vino?

Eso preguntaba incrédula una compañera al llegar al Congreso. Todo el mundo se sorprendía al darse cuenta que la Campaña estaba encerrada, literalmente, en un corralito. Eran un puñado en un espacio vacío, con enormes carpas, también vacías. La actitud de pedirle al gobierno vallas para separarse del movimiento, de espaldas al activismo que le puso el cuerpo a la lucha, refleja que a esta altura la dirección de la Campaña se ha transformado en una aristocracia que responde más al gobierno que a las pibas que construyeron la marea. Previo a la vigilia, no llamaron ni a una asamblea, ni una reunión para preparar la jornada y la vigilia, arrogándose la organización de todo a partir de su relación con el gobierno, desconociendo a las organizaciones del movimiento de mujeres que somos las que sostuvimos la vigilia con agite y con miles de compañeras y compañeres en las calles.

Así y todo, si la vigilia resultó masiva fue porque las pibas, las trabajadoras, la marea verde, sabe y se prepara para copar las calles porque la pelea es de todes y lo que se juega es muy grande: presionar al Parlamento hasta que el derecho al aborto sea ley.

A preparar la batalla del 29

Muchas compañeras ya están diciendo que esta sí que no se la pierden. Que saben que la batalla del Senado es la que define. Y así se están preparando.

Los clericales también saben que el 29 se define. Y se han puesto en campaña para evitar que se apruebe la ley. Intentarán maniobras para cambiar el texto que llegó de Diputados, todo sea para dilatar y ganar tiempo. Seguramente movilizarán también junto a las iglesias evangélicas. Ya están presionando por todos los medios, siguen agregando argumentos cada vez más absurdos, como que una adolescente no tiene el cerebro desarrollado para poder decidir.

El Senado, institución que tan bien representa los poderes más conservadores y concentrados, el de los señores feudales de las provincias, el de la curia y la opresión; estará sometido a todas las presiones. Hora a hora los medios comunican sobre el “poroteo”, si hay un voto más o un voto menos para la aprobación de la ley.

Con el argumento de que así se puede “negociar” mejor con los que se oponen, los diputados le agregaron a la objeción de conciencia individual que traía el proyecto de Fernández, la objeción de conciencia institucional para las clínicas privadas. En el Senado todavía pueden negociar más restricciones, como acortar plazos, poner más trabas para el acceso, pero sobre todo maniobras dilatorias.

Estamos a muy pocos pasos de lograr una conquista de importancia colosal para nosotres, y de repercusión internacional para todo el movimiento de mujeres: que las mujeres y las personas gestantes dejemos de ser consideradas por la ley como ciudadanas de segunda. La prohibición del acceso al aborto es eso: la consagración jurídica de que las mujeres estamos hechas solo para la maternidad. La legalización del aborto es un paso en el sentido de la libertad para decidir sobre el cuerpo, sobre el deseo, sobre la maternidad. Es un paso en la libertad sexual de toda la población. Será un paso enorme en el camino de la emancipación, de erosionarle poder al patriarcado capitalista. Y no está garantizado, ni con el poroteo, ni porque lo diga el presidente.

Por eso es tan importante la movilización en las próximas semanas, seguir organizadas y preparar la vigilia de la votación en el Senado del 29 de diciembre. La única garantía de torcerle el brazo a esa pandilla medieval es siendo decenas de miles en las calles, todas las horas que haga falta, con la batucada y con la energía para asegurar el triunfo.

¡Vamos por el aborto legal! ¡Vamos a la vigilia hasta que sea ley! ¡Y que 2021 arranque con un triunfo para las mujeres y la diversidad, que demuestre que las conquistas de la juventud y les trabajadores se ganan con la lucha y en las calles!

 

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