Manuela Castañeira dialogó esta mañana con Milva Castellini y equipo en el programa A primera Hora, por radio AM540, sobre la lucha del movimiento de mujeres en este 8 de marzo y la movilización que se realiza esta tarde.

«Este 8M marchamos en defensa de la legalización del aborto, de la lucha contra la violencia, de que las mujeres y diversidades tenemos derecho a participar e intervenir en todos los ámbitos de la vida, y también para visibilizar muchas de las injusticias y desigualdades que existen.»

«Por ejemplo, la brecha salarial. O el hecho de que la informalidad laboral afecta principalmente a las mujeres. Creo que a lo largo de los años hemos logrado instalar con fuerza todas esas temáticas. Y hoy eso se termina de expresar en que el 8M se ha convertido en parte del calendario político-social nacional, en Argentina y en muchos países.»

«Porque este es un movimiento que cruza fronteras. Hoy, por ejemplo, uno de los reclamos es la solidaridad con las mujeres y el pueblo peruano, que hoy están sufriendo un golpe de Estado. Ese cercenamiento de las libertades democráticas afecta al pueblo en general, pero a las mujeres en particular.»

Vos contabas como la sociedad argentina comenzó a incorporar este día con tanta fuerza. Te pregunto qué destacas de positivo respecto de lo que han logrado, y qué sentis que todaví falta incorporar para hacer evolucionar la causa que involucra a las mujeres. ¿Por qué más tiene que ir el movimiento feminista? Hay que incorporar la pelea por los adultos mayores, las infancias, incluso involucrar a los varones que nos acompañan en esta pelea.

«Es muy importante eso que señalas. Yo tengo mucho acuerdo en que la solidaridad entre movimientos es muy importante, que no hay que excluir. Nosotros queremos un movimiento que una, y por eso queremos aliadas, aliados y aliades que salgan a la calle con nosotras y nosotres. Creo que una gran prueba de eso, de todo lo que el movimiento ha conquistado, es la legalización del aborto.»

«El derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, a dejar de morir, es un derecho que es muy importante en nuestro país, que lo conquistamos con la movilización, no es de nadie y es de todas. Y ese es un derecho que conquistamos porque tuvimos mucha solidaridad, salieron muchos otros sectores a la calle con nosotras a pelearlo. Y nos ha dejado en un lugar de muchas fortalezas para ir por más temas.»

«Por ejemplo, este es un momento muy particular porque hay sectores muy conservadores de la ultraderecha que se empiezan a organizar, que empiezan a intervenir en muchos terrenos de la vida política y social de la Argentina. Lo vemos en las redes sociales y en los medios de comunicación. Los vemos hablando de dolarizar la economía o pidiendo mano dura, en fin, un discurso muy reaccionario que se enfoca particularmente contra los derechos de las mujeres.»

«Por eso les decimos antiderechos: están en contra del aborto legal, están en contra de las madres cuidadoras, que son las que se interponen ante la justicia cuando quieren forzar la revinculación de un niñe con un adulto o un familiar abusador. Hace muy poquito tuvimos el caso de Arcoiris, que sigue vigente, y estuvimos en la puerta del juzgado, porque la querían restituir a los familiares de su abusador. Esos sectores son los que defienden ese discurso. Que salgamos a la calle y nos movilicemos les pone un freno, que es muy importante. Y ese freno también irradia hacia otras temáticas y otros sectores.»

«También estamos en la calle hablando de muchos temas, los que nos afectan directamente y los que nos afectan indirectamente. Por ejemplo, esto hay que decirlo, el ajuste económico que hay en este momento, afecta brutalmente al conjunto de la sociedad y particularmente a las mujeres. Yo recién te mencionaba la informalidad laboral. Es realmente una epidemia en nuestro país, que hace que vos no tengas derechos. Por ejemplo, los repartidores por aplicación. En el caso de las mujeres crece la informalidad, lo que a su vez nos deja en una situación de mayor vulnerabilidad ante situaciones de violencia.»

«Esas cuestiones hoy también van a decir presente en las calles. Va a haber sectores de trabajadoras de la salud, un sector muy feminizado, que viene con un presupuesto muy golpeado, que afecta no sólo a lo salarial sino a las condiciones laborales.»

Te quería hacer una consulta. Como mujer y política, ¿a qué mujeres admiras de otras fuerzas políticas? Siempre se habla de la famosa ‘sororidad’, ¿sentís que existe eso entre las mujeres políticas de Argentina?

«Te soy honesta, yo admiro a la gente que sale a pelear por derechos. Y cuando sos mujer tenes que pelear el doble, lo sé por experiencia propia. Lo que significa hacer escuchar tu voz, que te respeten, lo que significa hasta que te den la palabra. Por eso, al momento de pelear por derechos respeto a cualquiera que esté codo a codo peleándolo, puede ser mujer y puede ser varón, o lo que quiera ser. Más que con mujeres de la política, tengo una identificación muy grande con las mujeres que la pelean en el barro, en el día a día. Cuando voy y escucho a las trabajadoras de reparto por aplicación, se me pone la piel de gallina, o cuando escucho a una sobreviviente.»

Eso está perfecto, pero de la política, ¿a quién admiras? ¿te parece que Cristina Kirchner es feminista o defienda los derechos de las mujeres?

«Yo no creo que Cristina se defina como feminista. Tenemos un recorrido con ella muy particular. Ella tuvo dos gobiernos, y nosotras ya estábamos peleando por la legalización del aborto, y a su gobierno lo tuvimos en la vereda de enfrente, ella había frenado la posibilidad de que se discuta ese derecho. En materia de feminismo, no creo que sea una representante. En fin, no creo que necesite de mi admiración.»

También hablabas vos de la mujer en Perú. Pero también fijate en México, donde el machismo mata, o en Estados árabes como en Qatar. ¿Te preocupa también esta situación? ¿Dialogan políticamente con estas cosas que pasan?

«Gracias por traer esta perspectiva, porque realmente hay que visibilizarlo. Nosotros venimos haciendo un trabajo internacional muy muy grande. Yo creo que el movimiento de mujeres y diversidades es uno de los principales movimientos sociales mundiales en este momento. Que tiene conexiones, vínculos, atraviesa las fronteras. Cuando sucede algo en un país, en distintos países salimos. Por ejemplo, ahora el pañuelo verde es un pañuelo representante de la legalización del aborto en toda América Latina y en muchos otros lugares del mundo. Ayer me mandaban fotos desde Brasil con pañuelos verdes, en Chile, en Costa Rica, en México, todo a partir de la experiencia en Argentina. Pero también nosotras, cuando quisieron atacar a las polacas salimos acá también, lo de Estados Unidos que se discutió en el mundo entero, la situación de las mujeres migrantes, ni que hablar.»

«Justo nombrabas lo de Perú. Hay integrantes del Comité de Autoconvocadas peruanas en Argentina que integran la movilización de hoy y que van a estar en la marcha. Es un tema de la consigna de nuestro documento esa cuestión. Este es un movimiento que ha avanzado mucho en ver que lo que le pasa a una mujer en otro país también es un problema nuestro, y que también hay que comprometerse y visibilizarlo.»

«Así que creo que hay una gran maduración, y además una experiencia que creo que puede traducirse a otros sectores. Eso es un sano ejemplo, para que otros movimientos lo tomen, que un vecino o vecina trabajadora de otro hermano país no es un competidor, sino que en materia de pelea de derechos tenemos que actuar en conjunto y coordinadamente.»