En ese contexto es que cobra importancia el acto realizado frente a la Casa de Neuquén, garantizado principalmente por nuestra agrupación Carlos Fuentealba, junto a delegaciones de ADEMyS y las seccionales Multicolor de la provincia de Buenos Aires.
El acto tuvo importancia por tres peleas simultáneas: una por justicia, por acabar con la impunidad de Jorge Sobisch, el responsable político del asesinato quien siquiera está imputado en la causa; por otra por la disputa con la burocracia de CTERA, que aisló la lucha en que asesinaron a Carlos; y para reivindicar a Fuentealba como maestro, pero también como militante obrero y socialista.
En sus intervenciones, los referentes de la agrupación Carlos Fuentealba de provincia de Buenos Aires, el “Tano” Eric Simonetti, y de CABA, Inés Zadunaisky, agarraron los tres ejes.
“En el 2007 se estaba dando una lucha muy masiva por salario en Neuquén, con asambleas inmensas, al igual que en Santa Cruz y Salta. Pero la CTERA no hizo nada para evitar que fueran derrotadas. En todo el país se reclamaba un paro nacional para que ganaran, pero se negaron. En ese contexto, le dejó el espacio libre a Sobisch para que matara a Carlos”, fue categórico Simonetti.
El 9 de abril de 2007 en la marcha en CABA se cantaba: “Que vergüenza la CTERA/que vergüenza CTA/hizo falta que haya un muerto/para el paro nacional”. En Neuquén fue la movilización más grande de la historia de la provincia; pero con el correr de los días ATEN, con Marcelo Guagliardo como secretario general, el mismo que ahora, se bajó de la lucha por “Fuera Sobisch” al sentarse a negociar salario con el gobierno asesino.
Inés, por su parte, destacó a “Carlos no sólo como maestro, como lo quiere presentar la burocracia, sino de manera integral, como activista, como militante, comprometido con la transformación socialista de la sociedad”.
En este terreno también desde el Nuevo MAS damos la pelea. La CTERA promociona el documental “El Camino del Maestro”, mientras que desde el Nuevo MAS difundimos “En Obra”, donde se ve al Carlos docente, que se formó con los obreros de la construcción, en la experiencia de la UOCRA clasista de los ‘80 dirigida, por nuestro compañero Alcides Christiansen, donde abrazó la militancia socialista revolucionaria. Sólo desde esa formación se entiende al maestro que muere asesinado ese 4 de abril en Arroyito.
Desde el Nuevo MAS decidimos en ese 2007 conformar la agrupación Carlos Fuentealba, como parte de esta pelea contra la burocracia que cínicamente pretender vaciar de contenido la lucha del compañero. En el acto de este 4 de abril las y los casi 100 compañeros docentes y terciarios muestran que la corriente está en una dinámica de crecimiento.
La pelea por Justicia sigue a la orden del día porque Sobisch sigue activo en política, ahora en negociaciones con el PRO, después de haberse presentado en los últimos años a gobernador e intendente con el partido Demócrata Cristiano. Sobisch no tiene que tener derechos políticos, como responsable de un asesinato político tiene que estar en la cárcel.
Tanto Eric como Inés hicieron hincapié además en la denuncia de cómo la docencia y los trabajadores en general sufrimos la crisis sanitaria, económica y educativa como consecuencia del abordaje capitalista del gobierno y la oposición de derecha.
Inés enfatizó en la denuncia de los negociados de los laboratorios que hacen negocios con la vacuna y en la del gobierno que no avanza para que se liberen las patentes y se puedan fabricar masivamente.
El acto por Carlos Fuentealba se dio en el contexto de redoblar la lucha por vacunas para todos los trabajadores, por aumento de la frecuencia del transporte para evitar los contagios, por comités para cerrar las escuelas y lugares de trabajo donde hay contagios, por presupuesto para infraestructura y para cargos de docentes y auxiliares, por el no pago de la deuda externa y porque la crisis la paguen los capitalistas para que haya fondos para garantizar la educación, la salud y el bolsillo del trabajador.