La dureza y extensión del paro se debe a la cerrada negativa de las empresas (en su mayoría extranjeras que no sólo producen sino que controlan las exportaciones al ser dueñas de los puertos), a reconocer los reclamos de obreros, desde agosto vienen pateando la reapertura de las negociaciones para realizar la revisión de los salarios pactada con anterioridad. Ya se cumplieron semanas de conciliación y de reuniones fallidas donde la patronal no respondía a los reclamos.
Las actividades ligadas al complejo agroexportador fueron declaradas “esenciales” por los gobiernos nacional, provincial y municipal, incluso frente al riesgo de contagio por el contacto con el comercio exterior. En un comunicado provocativo, la CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina –principal cámara que agrupa a los pulpos aceiteros como Cargill, Dreyfus, Bunge, Cofco, AGD- dice que no puede afrontar el pedido obrero, al que califica de “desmesurado”. La realidad es que estas patronales millonarias vienen de ser beneficiadas por el gobierno del Frente de Todos con la rebaja de las retenciones a las exportaciones a la soja y otros granos.
Si a esto sumamos la devaluación del peso, los márgenes de ganancias en dólares son siderales. Se quejan de que por la huelga pierden 100 millones de dólares por día. ¡A quién quieren convencer de que no pueden dar el aumento, con los salarios en pesos un solo día alcanza para pagar el aumento de todo el año! Es evidente que no se trata un problema de «caja», la intención empresaria es forzar una pulseada para derrotar a este sector de trabajadores que han sido vanguardia, logrando mediante luchas ejemplares un salario muy por encima de la media nacional.
El reclamo en setiembre de la Federación Aceitera y URGARA partía de un sueldo inicial de $82.000 de acuerdo al «salario mínimo, vital y móvil que debe percibir un trabajador para satisfacer sus necesidades», como reclaman todos los años. Ese monto para enero sería de $93.000, a lo que agregan un bono de fin de año como reconocimiento al trabajo realizado durante la pandemia.
La huelga se encuentra muy fuerte, con asambleas y piquetes de trabajadores en las puertas de las plantas. Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre saludamos esta unidad en la lucha y les enviamos un fuerte abrazo solidario y nos ponemos a su disposición para las medidas que decidan tomar.
¡Viva la huelga de la Federación Aceitera y URGARA!