Después del escándalo de los 1400 despidos, ahora Techint lanza una nueva ofensiva contra los trabajadores. En esta ocasión, la empresa Ternium-Siderar, preteneciente al grupo Techint de Paolo Rocca (uno de los principales multimillonarios del país) quiere aplicar suspensiones y rebaja salarial del 25% al 50% para diez mil trabajadores de las siderúrgicas de Haedo, Ensenada, Canning, Florencio Varela, San Nicolás y Campana.
Este ataque a la dignidad obrera fue acordado con la cúpula sindical de la UOM y se ampara en el infame artículo 223 bis de la ley de contrato de trabajo.
«Después de esto se vienen despidos, es extender la agonía, porque estamos parados desde que se decretó la cuarentena, y ya hubo algunos despidos en empresas tercerizadas», dijo al portal Diputados Bonaerenses un trabajador.
El presidente, Alberto Fernández, declaró haber «superado» la disputa con el grupo Techint, luego de llamarlos «miserables» por llevar adelante despidos en el marco de la cuarentena.
La realidad es que fue el mismo presidente quien abrió la puerta a este tipo de ataques a los trabajadores, mediante el decreto de suspensión de despidos, que expresamente habilita a arreglar suspensiones amparándose en el artículo 223 bis de la LCT.
Se deben garantizar suspensiones al 100% y aplicar sanciones económicas y penales a los empresarios que no cumplan. Paolo Rocca y Techint viene siendo vanguardia en atropellos contra la clase trabajadora, es necesario que de manera urgente se obligue a la empresa a respetar los derechos laborales y si no cumplen ¡que vayan a prisión!
No puede ser que, con la excusa de la pandemia, sean siempre los trabajadores los que pagan los platos rotos de la crisis. Es momento de aplicar medidas que defiendan a los trabajadores en serio y eso sólo se puede garantizar aplicando sanciones a los capitalistas y expropiando sus empresas.