Sin dejar de expresar contradicciones, como por ejemplo en la interna del MPN (Movimiento Popular Neuquino), quien gana las elecciones de medio término con el 35 por ciento de los votos.
Si bien este partido se queda con la mayoría de los votos, en la interna de la misma quienes salen derrotados son los candidatos del gobernador Omar Gutiérrez, por Rolo Figueroa quien llevó como candidata a la médica Luciana Ortiz Luna, ex directora del SIEN, quien fue removida de su cargo por criticar la gestión de la pandemia del gobierno y que además se montó sobre la lucha de los elefantes de la salud que puso en jaque al gobierno hace unos meses atrás, pero que en los hechos no tomó ni arte ni parte de la lucha.
Otro rasgo de voto a derecha fue la elección tanto de Cervi, candidato de Juntos, y Carlos Eguia, reconocido periodista reaccionario de la provincia, quien encabezó la lista del ARI que compitió por fuera de Juntos por el Cambio. De forma conjunta consiguieron una elección del 30 por ciento.
En el caso del Frente de Todos la caída fue estrepitosa. Pasó del 35 por ciento en la categoría de diputados en el 2019, a un 15 por ciento en la actual. Lo que representa un claro mensaje del malestar social con las medidas económicas del gobierno nacional y sus efectos en la sociedad, entre otras decisiones políticas.
La izquierda en general logra un buen porcentaje de votos del 9 por ciento. El FIT-U, por su parte, centró su campaña en ser la 3ra fuerza sin realizar una política disruptiva. Por parte del Nuevo MAS conseguimos 4500 votos, el 1.2%, que por el piso proscriptivo del 1.5 no estaremos en las generales, pero que no deja de representar una buena elección, consolidando a nuestro espacio y figuras como alternativa.
A su vez, hemos llegado a los medios de comunicación y levantamos una campaña que puso por delante debate y marcamos agenda política por izquierda de la mano de las propuestas de Manuela Castañeira, como el aumento del salario mínimo a 100 mil pesos y aplicarle a las grandes multinacionales saqueadoras y contaminantes impuestos progresivos para conseguir el presupuesto necesario para salario, salud, vivienda y educación que necesitamos los trabajadores. Montamos una campaña diciendo algo más que el resto de la izquierda, aspecto que incluso destacó el periodismo diciendo que nuestro candidato Lucas Ruiz “no lleva puesto el cassette”.
Orgullosos de la campaña realizada nos ponemos manos a la obra para seguir construyendo un partido que sea una herramienta para la lucha para los trabajadores, las mujeres, la juventud y LGBT + y en perspectiva de que la izquierda crezca orgánicamente como fuerza social.
