Macri intenta volver: contra la cuarentena y con discurso «liberal»

Salió del escondite. Aprovechando la derrota del peronismo en las PASO, Macri quiso disimular y hacer de cuenta que su gobierno no fue un fracaso ridículamente evidente. Con guiños de trumpismo y bolsonarismo, habló contra las cuarentenas y los impuestos.

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Aprovechando la derrota del peronismo en las PASO, Macri enarboló un discurso anti – cuarentena. «Que nunca más nos vuelvan a encerrar, ni en la peor de las pandemias» y «que no nos atropellen nuestra libertad con impuestos», fueron algunas de sus declaraciones en una entrevista para LN+ durante la noche del domingo, cuando llegaban las primeras cifras de la elección.

Macri se opuso a la cuarentena y a todo tipo de restricción sanitaria desde el comienzo de la cuarentena. Cuando el país atravesaba el pico de contagios y aún no existían las vacunas, esta posición fue de claro desprecio hacia la vida de la población. Macri hubiera preferido dejar a millones de trabajadores librados al contagio antes que aplicar cualquier tipo de restricción.

Hoy en día, ante la baja de los contagios, las cuarentenas ni siquiera están dentro del panorama sanitario para el próximo tiempo. Las declaraciones de Macri intentan apuntan a intentar instalar un balance anti – cuarentena de la pandemia y de la gestión albertista, aprovechando la mala performance electoral del gobierno.

El desgaste del albertismo le abre paso a los reaccionarios

Es cierto que la gestión albertista de la pandemia ha sido mala. A pesar de haberse declarado «sanitarista» en el comienzo de la pandemia, Fernández optó por reabrir las actividades económicas y sociales antes de poder garantizar las condiciones sanitarias necesarias para hacerlo de forma seguro. La negativa a estatizar la producción de vacunas y la tardanza en el plan de vacunación han dejado un saldo de más de 100.000 muertos.

Al mismo tiempo, el gobierno tampoco se decidió a implementar medidas económicas que garantizaran las condiciones de vida de los trabajadores. Todo esto ha redundado en la derrota electoral del oficialismo (al menos en las PASO) y en un escenario electoral que aparece girado hacia la derecha.

En ese marco, Macri intenta empujar el escenario aún más a la derecha. Las declaraciones anti – cuarentena son similares a posiciones de gobiernos negacionistas, como los de Bolsonaro en Brasil y Trump en EEUU. En esos países, las gestiones anti – cuarentena llevaron la situación sanitaria al desborde e incluso a lisas y llanas catástrofes en la salud pública sin que eso no redunde en una brutal crisis económica. Testimonio de esto fue la proliferación de la cepa de Manaos en el país vecino.

Coqueteando con los liber – fachos

En el mismo sentido van los alegatos de Macri en defensa de «la libertad» y contra los impuestos, muy similares al discurso Milei. Esto no es ninguna sorpresa. Desde este portal hemos dicho abiertamente que el programa de Milei no es otro que el del neoliberalismo exacerbado, que en la Argentina no puede aplicarse sin un giro a la derecha de las relaciones de fuerzas entre las clases. Es decir, con medidas represivas de corte autoritario similares a las de la última dictadura.

En lo económico, no hay muchas divergencias entre el neoliberalismo «libertario» y el neoliberalismo macrista. Milei dice abiertamente lo que a Macri le gustaría hacer y no se anima a decir. Pero la Argentina posee una enorme tradición democrática y de conquistas obreras (por ejemplo, de sindicalización). Parte de esta tradición fueron las movilizaciones de diciembre del 2017, que eyectaron al macrismo fuera del poder. Por esto fue que el macrismo debió ensayar un corrimiento al centro político y moderar su discurso. Tuvieron que guardar a Macri y Bullrich y dándole más protagonismo a los «moderados» Larreta y Vidal.

Ahora, con las elecciones más corridas a derecha, el ala «dura» del macrismo vuelve a la carga. Ya en las semanas previas de las PASO Macri habló de su simpatía por las «ideas liberales» de Milei y se declaró «ideológicamente liberal». Lo propio hizo Patricia Bullrich, la figura más reaccionaria de Juntos, que se reunió públicamente con Milei.

La mala gestión de la pandemia por parte del oficialismo, junto a la decepción de millones de trabajadores en vista de la miseria salarial, le han dado aire a los sectores más reaccionarios de la oposición de derecha. Pero las recetas neoliberales ya han sido probadas en la Argentina y su saldo fue la pobreza de millones. La única forma de frenar el empobrecimiento de los trabajadores es atacando las ganancias de los sectores más concentrados, como las patronales del agro y la minería.

 

 

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