GRI Calviño: Hace falta un paro del gremio y un plan de lucha

Desde hace más dos meses los trabajadores de la fábrica de torres eólicas ubicada en Bosques (Florencio Varela) vienen llevando una pelea contra el pago parcial de los salarios y los intentos de flexibilización laboral por parte de la empresa.

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En medio de un contexto marcado por el brutal ajuste que el gobierno de Alberto Fernández -que se prepara para cerrar un acuerdo con el FMI- viene descargando sobre los trabajadores y sectores populares, y ante la traidora pasividad de la burocracia sindical de los Daer, los Moyano y los Caló, que dejaron pasar más de un millón de despidos, miles de suspensiones, paritarias a la baja, entre otras entregadas, se enmarca la lucha de los obreros metalúrgicos de GRI Calviño. Cabe aquí hacer un racconto de las distintas instancias del conflicto.

En el mes de agosto se inició el período de suspensión de la producción. En ese entonces los trabajadores y la patronal habían acordado un salario al 95%, superando la pauta nacional de la UOM del 70%. Llegada la fecha del 5 de septiembre cuando era el cobro de la primera quincena, comenzaron los ataques de la empresa depositando parcialmente los sueldos. Esta modalidad se fue suscitando a su vez en los posteriores cobros de quincenas.

Ante esto los reclamos de los trabajadores no se hicieron esperar realizando distintas acciones como cortes de ruta. Fue a partir de esta situación que la patronal transmitió a los representantes sindicales que para volver a poner en funcionamiento la fábrica se debían realizaron cambios en las condiciones laborales: polifunción, no reconocimiento de categorías según la tarea, flexibilización. Es decir, aplicar en los hechos una verdadera contrarreforma laboral.

No debería sorprender la actitud de la empresa, tomando en cuenta el tratamiento totalmente negligente que tuvo para con los laburantes cuando sucedió la epidemia de contagios de covid-19 al interior de la fábrica en la época más dura de la cuarentena. Desde nuestras páginas en su momento hemos publicado las denuncias al respecto, como a su vez también alertamos sobre los posibles ataques de la patronal al comenzar el período de suspensión, destacando además que la empresa acababa de llevar a cabo una exportación a EEUU llenándose los bolsillos con alrededor de 135 millones de dólares. Y para colmo, se beneficiaba de los subsidios del Estado con el ATP.

Volviendo al actual conflicto, hay que remarcar que la pelea subió de temperatura cuando el 21 de octubre los trabajadores decidieron marchar a la gobernación provincial en La Plata, confluyendo a su vez con la movilización de salud. Ese mismo día por la noche se hizo sentir la respuesta del gobierno enviando a decenas de efectivos policiales a rodear la fábrica, donde los laburantes realizaban un acampe pacífico en el playón. No pasó de un intento de intimidación. Dicha situación se volvió a repetir hace unas semanas, a partir de la cual se negoció trasladar el acampe del playón al estacionamiento.

Mediando audiencias tras audiencias entre la patronal y los trabajadores en las que no se llegaba a un acuerdo para volver a abrir la fábrica, a principios de noviembre la contraofensiva de la empresa fueron 66 despidos. Luego de una nueva movilización a La Plata, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria que anulaba formalmente los despidos, y a partir de lo cual la patronal se comprometía a abonar todo lo adeudado de los sueldos mientras continuaba la ronda de negociaciones. Hay que señalar al respecto que igualmente se siguen depositando las quincenas con pagos parciales, en algunos casos con la provocación de liquidar unos centavos.

Habiendo finalizado la conciliación el martes 24/11, los trabajadores afirman que no hay avances y que la patronal de GRI continúa en su posición de llevar a cabo la contrarreforma laboral, instrumentando (y reafirmando) los despidos como extorsión para imponer sus condiciones, llevando a cabo en los hechos un lock out patronal.

Por otro lado, es importante remarcar el rol de la dirigencia de la seccional del sindicato de la UOM, que en todo momento se ha jugado a la contención de las bases, posicionándose en contra de las medidas más progresivas tales como fue la primer movilización a La Plata, y a su vez, planteando constantemente que lo mejor es resolver los reclamos mediante las audiencias sin realizar ninguna acción directa, que justamente como se ha visto, son las que más han movido el avispero.

En ese sentido, frente a la intransigencia patronal, la complicidad del gobierno y la pasividad de la seccional de la UOM, es menester realizar acciones concretas que pongan sobre la mesa y visibilicen los reclamos de los trabajadores, y a su vez, que logren presionar al sindicato para que este llame a un paro del gremio y que se ponga a la cabeza de la pelea con un verdadero plan de lucha.

Desde la Corriente Sindical 18 de diciembre venimos acompañando la experiencia de los trabajadores de GRI Calviño y abogando por rodear de solidaridad su lucha, que de obtener una victoria serviría de ejemplo para el resto de los trabajadores que día a día son atacados en sus condiciones laborales. En ese sentido, exigimos:

 

¡No a los despidos en GRI Calviño!

¡Por el pago de las quincenas adeudadas!

¡Por un paro del gremio y plan de lucha!

¡Abajo el lock out patronal!

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