Los anuncios en el Boletín Oficial revelan el doble estándar del oficialismo. Mientras se dice que “se vuelve a una cuarentena estricta para cuidar la salud”, Fernández protege los negocios de los empresarios mandando a toda la clase trabajadora como carne de cañón a las fábricas.
La medida que rige a partir de hoy es una mentira encubierta. Es indignante que, en pleno aumento de la curva de contagios, se obligue a ir a los trabajadores a contagiarse masivamente en las plantas industriales. Es una vergüenza que, mientras las y los trabajadores se exponen al contagio en las fábricas, los dirigentes sindicalistas tradicionales miren para otro lado como siempre, entregando la vida y la salud de la clase trabajadora.
Exigimos que esto se revierta y se deje de exponer la salud de las y los trabajadores implementando suspensiones al 100% y una prohibición férrea de los despidos bajo apercibimiento penal. También es fundamental una renta universal de 50.000$ para que se pueda garantizar la cuarentena.
La vida de las y los trabajadores importa. Priorizar su salud es garantizar que se queden en sus casas, no mandarlos a contagiarse en las fábricas para cuidar las ganancias de los empresarios. En este sentido, también es fundamental que se triplique el presupuesto en salud.