Tras varias horas de bloqueo, lograron impedir que un buque comercial perteneciente a la firma sionista ZIM descargara sus mercancías en el puerto, obligando al buque a desviarse.

La medida se encuadra en una campaña más amplia lanzada por el Centro Árabe de Recursos y Organización (AROC) bajo la consigna “Block the Boat” (“bloquear el barco”), anticipando medidas de bloqueo similares a lo largo de la semana en otras ciudades norteamericanas y del mundo tales como Detroit, Vancouver, Filadelfia y Londres. Al mismo tiempo se han anunciado movilizaciones callejeras en Seattle, Los Ángeles y Nueva York, lo cual implicaría extender dichas medidas en magnitud e importancia política.

Para anunciar el éxito del bloqueo, el AROC comunicó vía Twitter: “estamos haciendo piquetes en 6 entradas diferentes con más de 600 personas, y los trabajadores no están cruzando los piquetes. El mensaje es claro: beneficiarse del apartheid israelí no es bienvenido en el Área de la Bahía”.

Ya el pasado mayo se había realizado una medida de boicot a la naviera ZIM en el puerto de Durbán, Sudáfrica, convocado por el Sindicato de Trabajadores del Transporte y Afines de Sudáfrica, cuyos agremiados decidieron negarse a descargar las mercancías israelíes por tratarse de transacciones comerciales del Estado sionista. Dicha medida se realizó en respuesta a un llamado internacional a la solidaridad por parte de la Federación General de Sindicatos de Palestina, que contó también con el apoyo de los trabajadores portuarios de Italia.

Como era previsible, los operadores mediáticos internacionales del sionismo no tardaron en calificar el bloqueo en Oakland de medida “antisemita” al tiempo que intentaron desligar a la naviera ZIM de cualquier relación con el Estado israelí.

Si bien es cierto que la firma fue privatizada en 2004, ZIM tiene su origen en el seno del Estado y el proyecto colonialista sionista. La firma fue fundada en 1945 por la Agencia Judía para la Tierra de Israel, organismo predecesor del Estado de Israel que se encargó de operar como lobbysta sionista en el ámbito diplomático internacional y, no menos importante, de trasladar a los primeros “colonos” judíos a tierra palestina para comenzar a desplazar a la población árabe. En esos años previos al reconocimiento diplomático del Estado sionista, ZIM operó como naviera de pasajeros con el objetivo exclusivo de transportar a dichos colonos a Palestina.

Una vez establecido el Estado de Israel, ZIM pasó al rubro de la carga, con una mercancía preponderante: armamento y elementos de apoyo logístico para la colonización de Palestina y la guerra del ’48. Hoy en día, ya en manos privadas, ZIM sigue siendo la principal empresa de transporte marítimo israelí, ocupándose no sólo de transportar la mayor parte de las mercancías que exporta el Estado de Israel, sino de trasladar a aguas internacionales la política sionista: en 2010, un buque perteneciente a ZIM se encargó de atacar el buque Mavi Marmara, perteneciente a la flotilla de la libertad de Gaza, dando un resultado de varios muertos y desaparecidos. Sea en manos privadas o estatales, ZIM es la empresa encargada de llevar adelante los negocios sucios del sionismo.

El bloqueo realizado en Oakland el pasado 5 de junio cuenta con antecedentes de importancia. Ya en 2010, en repudio al pillaje sionista perpetrado por ZIM sobre el Mavi Marmara, cientos de manifestantes habían impedido la descarga de mercadería israelí en Oakland, con repeticiones en las ciudades de Los Ángeles y Tacoma (Washington). En 2014, el boicot se realizó nuevamente en Oakland, impidiendo una vez más la descarga en dicho puerto.

Es importante remarcar que la zona de San Francisco cuenta con una importante tradición de lucha democrática que data de varias décadas atrás. También Sudáfrica (el otro país en el que se bloqueó la entrada de mercancías israelíes) cuenta con una historia de lucha democrática, en ese caso frente al racismo que marcó la estructura social del Apartheid en el país africano. En el marco de la actual ofensiva sionista sobre Palestina, este tipo de medidas traen a flote la existencia de importantes puntos de apoyo para enfrentar los ataques israelíes sobre Gaza de manera internacional, haciendo primar la solidaridad de los sectores democráticos y de los trabajadores del mundo con la lucha del pueblo palestino por su auto – determinación