Las renuncias de enfermeros y enfermeras en el Hospital Durand ya suman 52 desde el inicio de la pandemia. Es casi la mitad de los 120 que habían sido contratados en el mismo período. La misma situación se replica en los hospitales de toda la Ciudad de Buenos Aires, que contrataron alrededor de 2500 enfermeros y enfermeras en el último año, de los cuales han renunciado ya alrededor de 1000.

Larreta ajusta a los trabajadores de la salud

La ola de renuncias se debe a las condiciones de precariedad en que trabaja el personal de la salud de la Ciudad. Siendo la jurisdicción más rica del país, el presupuesto destinado por el gobierno de Larreta a la salud es mínimo y cada vez menor. Los enfermeros denuncian que cobran la mitad de lo que cobra un enfermero contratado por Nación o incluso por instituciones privadas, con salarios de 40.000 o 45.000 pesos, por debajo de la canasta básica.

A esto hay que sumarle la precariedad en la contratación (con contratos por algunos meses o incluso encuadrados dentro del régimen de monotributistas) las largas jornadas de trabajo, la falta de insumos que exponen al personal al contagio e incluso la negativa a proveer a los enfermeros de la ropa de trabajo y de los gastos de alimentación durante los turnos.

Estas condiciones expresan la política de ajuste vía recorte presupuestario del gobierno de Larreta, que en plena pandemia no destina ni un peso a cubrir las necesidades del sistema de salud y de sus trabajadores. Como si fuera poco, los hospitales porteños están haciendo uso de trabajadores que forman parte de la población de riesgo o de estudiantes sin experiencia para cubrir las vacantes que han quedado por las renuncias.

Que un trabajador de la salud deba renunciar a su trabajo por no llegar a fin de mes en plena pandemia constituye un escándalo que no puede dejarse pasar. El camino para terminar con la precarización del trabajo pasa por el apoyo de todas las luchas de los trabajadores precarizados del país, como la que vienen llevando adelante los trabajadores tercerizados de Ema y ArgenCobra/Edesur y los ferroviarios tercerizados de Trenes Argentinos.