Llamando a «escribir una historia de esperanza, no de miedo» a pesar de reconocer que con respecto a la pandemia lo peor está por venir, la palabra unidad estuvo presente una y otra vez. No detalló medidas en su discurso, tal vez porque el mismo día firmó 17 decretos y directivas para poner en marcha su promesa de revertir con urgencia los cuatro años de políticas de Donald Trump quien en comparación, firmó ocho órdenes ejecutivas en las dos primeras semanas en la Casa Blanca, mientras que Obama firmó nueve. Sin embargo, sin ser puro humo algunas de ellas, la mayoría sí son fuegos artificiales: suenan simpáticas, pero no cambian casi nada.
Máscaras por 100 días
Una orden ejecutiva requiere que los estadounidenses usen mascaras en edificios públicos de todo el país para frenar el contagio de covid-19 y también dio inicio al reto de usar máscara al menos por 100 días para prevenir que el coronavirus siga extendiéndose y ha manifestado que él personalmente tratará de persuadir a los gobernadores para que actúen, y hasta con los alcaldes.
Vuelta a la OMS
Biden revirtió la decisión del gobierno de Trump de que EE.UU. abandone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Anthony Fauci dirigirá la delegación de Estados Unidos.
Eliminar la prohibición de entrada a EE.UU. desde países musulmanes
Firmada por Trump solo siete días después de asumir el cargo fue otra de las primeras políticas en ser eliminadas
Inmigración Biden envió un proyecto de ley al Congreso que establece un camino hacia la ciudadanía para más de 11 millones de inmigrantes indocumentados.
E instruyó al Departamento de Seguridad Nacional y al fiscal general para preservar el programa DACA, que protege de la amenaza de la deportación a los inmigrantes que llegaron como indocumentados cuando eran niños.
También ha anunciado que crearía un grupo de trabajo para reunir a unos 545 niños migrantes separados de sus padres en la frontera sur de EE.UU., una de las consecuencias más infames de la política de Trump
Fin a la construcción del muro fronterizo con México, un proyecto representativo de la presidencia de Trump.
Alivio para inquilinos y propietarios (y para estudiantes)
Biden firmó otra orden para extender una moratoria sobre los desalojos y las ejecuciones hipotecarias de viviendas, que se congelaron al principio de la pandemia, así como para ampliar la pausa actual en los pagos e intereses de los préstamos estudiantiles federales.
De vuelta al Acuerdo de París
Tratado global que tiene como objetivo mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 2 °C y «esforzarse por limitar» el aumento aún más, a 1,5 °C.
Cancelación del oleoducto de Keystone XL
Biden rescindió el permiso transfronterizo para el controvertido oleoducto que permitiría transportar petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta el territorio estadounidense de Nebraska, y que fue objeto de múltiples protestas por ambientalistas y grupos indígenas.
Racismo
Designó a Susan Rice para liderar un esfuerzo de todas las agencias del gobierno para acabar con el «racismo sistémico», para lo que las agencias deberán hacer un informe sobre equidad en sus filas.
Otra orden ejecutiva firmada este miércoles prohíbe la discriminación laboral en el gobierno federal basada en la orientación sexual y asegura protección para la comunidad LGBT.
En definitiva
Las medidas concretas se pueden reducir al alivio para inquilinos y propietarios, y la cancelación del oleoducto. El uso de máscaras en edificios federales, ante los 400.000 muertos, aparece como algo ultra mínimo, la política de inmigración debe pasar por el Congreso y se verá allí que queda después de los anuncios (si es que queda algo) y medidas como el reingreso a la OMS y el Acuerdo de Paris, son una muestra de la vuelta al multilateralismo, pero nada más; terminar con el racismo a través de un informe es directamente una burla y prohibir la discriminación laboral, que ya está prohibida, sin garantizar medidas concretas, es solo un piadoso deseo.
Finalmente, el nuevo espíritu «ecuménico» se choca desde el minuto cero no sólo con la historia política de Biden sino también con la de su equipo político: cómo luchar contra la violencia racista de la policía cuando su vicepresidente fue llamada como la «Top Cop» (máxima policía) por su cargo de Fiscal en California. O su Secretaria del Tesoro Janet Yellen ex presidente de la FED con Obama, que declaró que ahora hay que «Actuar a lo grande», mientras se supo que cobró al menos 7 millones de dólares, en dos años, después de dejar la FED por conferencias a bancos, consultoras y fondos de inversión como Goldman Sachs, Barclays, UBS, PwC y Standard Chartered, indica que no es este sector social el que pagará la cuenta de la crisis
Será necesario para los explotados y oprimidos luchar contra Biden y su proyecto capitalista desde el primer día. Por si algún incauto se dejó llevar por su cara seria, sus menciones a los santos católicos y su record de 17 “Órdenes Ejecutivas”, conviene recordar la última frase de su discurso inaugural.
«Y que dios proteja a nuestros efectivos militares».