Tres dÃas después de que se desate una oleada de protestas, las autoridades cubanas decidieron este miércoles permitir el ingreso irrestricto de alimentos, productos de higiene y medicamentos por parte de viajeros del exterior.
La medida es inédita, ya que el paÃs contaba con una limitación en la cantidad de productos que podÃan ingresar a la isla, y además regÃa un sistema de aranceles. La decisión tendrá validez hasta el 31 de diciembre y tiene carácter «excepcional».
A partir de ahora, quienes ingresen a Cuba no tendrán un lÃmite para ingresar ese tipo de productos junto a su equipaje. El mismo quedará sujeto solamente a los lÃmites que establezca la aerolÃnea. La liberalización sólo atañe a importaciones no comerciales.
Las leyes cubanas hasta el momento permitÃan el ingreso de hasta 10 Kg. de medicamentos libres de impuestos. Para alimentos y otros productos, su ingreso implicaba el pago de un arancel. A partir de ahora, todos estos lÃmites e impuestos quedarán suspendidos.
La medida se da en el marco de una serie de medidas pro-mercado que el gobierno del PC ha venido aplicando en el último tiempo, entre la que se destaca la reunificación cambiaria y monetaria, pero también una creciente descentralización de las empresas estatales.
Se autoriza de manera excepcional la importación por el pasajero aéreo de alimentos, aseos y medicamentos, sin limite de valor de importación y libre de pago de aranceles hasta el 31 de diciembre de 2021. #Cuba pic.twitter.com/wpBc3bewiU
— MES (@CubaMES) July 14, 2021
El domingo, una serie de protestas masivas en La Habana se convertÃan en las movilizaciones más importantes en el paÃs caribeño desde los años ’90.
Las mismas expresaron el malestar popular por la pobreza y la falta de productos básicos, situación agravada enormemente por la pandemia. Además de estos legÃtimos reclamos, también es cierto que hubo sectores pro-yanquis que pedÃan por la intervención estadounidense en la isla.
Sin embargo, varios de los manifestantes detenidos en las movilizaciones eran militantes de izquierda y socialistas, a pesar que el aparato mediático del imperialismo intentó mostrar a las movilizaciones como operaciones orquestadas por el imperialismo.
Una concesión a la movilización
Apenas tres dÃas después de las manifestaciones, la medida de liberalizar el ingreso de productos de primera necesidad no puede entenderse sino como una concesión a las protestas.
Una de las principales consignas que se escucharon en las movilizaciones pedÃan terminar con el hambre y la falta de insumos básicos.
Sin embargo, esta medida tiene un carácter extremadamente limitado y su impacto real será muy relativo. Muchos de los cubanos no tienen parientes ni contactos en el exterior que les puedan enviar medicamentos o artÃculos de primera necesidad.
En realidad, se trata de una medida paliativa perfectamente compatible con la orientación de liberalización económica que el gobierno cubano viene profundizando hace años, con especial énfasis los últimos meses.
De hecho, son precisamente esas medidas, junto al impacto de la pandemia, la que han derivado en una profundización de la desigualdad y la pobreza. Especialmente la «reunificación cambiaria» entre el peso cubano y el CUC que significó una brutal devaluación de los ingresos de las masas populares.
Esto implica que el descontento polÃtico en la isla no necesariamente derivará en un fortalecimiento de los sectores pro-capitalistas, esto aun está por verse.
Por lo tanto, el contenido de las movilizaciones está en disputa frente a este otro sector que defiende las conquistas de la Revolución pero rechaza las polÃticas de hambre y represión de la burocracia castrista.