Llama la atención de muchos vecinos que después de 30 días de cuarentena la medida se endurezca. Pero en realidad es la excusa para avanzar sobre los pobres, a quienes las condiciones habitacionales y la informalidad laboral los lleva a “romper” el cerco. Mientras, por ejemplo, en el conurbano bonaerense la consigna se amplió “al barrio”, en Chivilcoy el Intendente Britos achica el cerco.
Día a día en las redes sociales se puede leer comentarios de cientos de jóvenes que son maltratados en los operativos por personal de la Policía Bonaerense, la Policía Local y los Agentes de Tránsito Municipal, es entonces que no resulta para nada llamativo que en las últimas horas un grupo de jóvenes fueran trasladados a la comisaría local, no respetando ninguna medida de seguridad con los mismos.
La medida disciplinadora y ejemplificadora se llevó adelante contra un grupo de jóvenes de los barrios populares de Chivilcoy.
En los últimos días Chivilcoy también fue noticia nacional por el femicidio de Soledad Carioli de 23 años de edad, quien ingresa al hospital municipal con un cuadro de neumonía, falleciendo a las pocas horas y su cuerpo cremado por considerar a la misma sospechosa de estar infectada por el COVID-19. Pero resultó que Soledad tenía lesiones (edema cerebral y fractura de maxilar y costillas), lo que llevó a la detención de su pareja. Se dice en Chivilcoy que habría denuncia, y en consecuencia medida perimetral para el femicida, pero la Policía de Britos miró para otro lado.
Brtiso es un policía bonaerense que llevó adelante su carrera en distintos distritos de la provincia, incluyendo el conurbano bonaerense. Formado durante “la mejor Policía del mundo” de Duhalde que al finzalizar su carrera se lanzó a la política desde una imagen de “orden y mano dura”. Primero con Massa y en las últimas elecciones con Lavagna, llegó a la Intendencia de Chivilcoy, derrocando al kirchnerismo y a la figura de Randazzo.
El clima que se vive hoy en Chivilcoy, además de la incertidumbre y la angustia que provocan el desarrollo de la pandemia, es muy enrarecido con una policía que avanza sus atropellos sobre los jóvenes y sectores populares, con información dudosa sobre los casos de posibles infectados de coronavirus y un intendente que hace “honor” a su origen como miembro de “la bonaerense”.
Mientras tanto, la noticia es el cierre del hospital de Moquehúa -pueblo de origen del intendente- por un caso positivo de COVID-19 de un médico y el ingreso al hospital municipal de Chivilcoy de una enfermera con síntomas positivos; es decir, el personal de salud no es cuidado por el intendente.
El silencio de los medios locales y el estado de sitio son la combinación perfecta para el manejo autoritario de la cuarentena, circunstancia que parece hacer sentir muy cómodo al policía-intendente de Chivilcoy.