El lunes 20, en la zona sur de Resistencia, recorrieron alrededor de 3 mil casas y detectaron 10 casos de Covid-19. Se trata de un reemplazo del rol del estado por las iglesias evangélicas, a las que se les da el poder de inmiscuirse en cuestiones de salud.
El Programa Cristianos a Ayudar consiste en recorrer casa por casa para realizar entrevistas y testear a casos sospechosos junto a agentes sanitarios, es un equivalente a lo que el Ministerio de Salud lleva adelante con el nombre de Operativo Detectar. Las acciones se llevan adelante con la coordinación directa de la ministra de Salud Pública, Paola Benítez.
El posteo también anunciaba que en los días posteriores recorrerían el barrio Villa Facundo y, Fontana donde se reunieron con la propia intendenta, Patricia Rodas, para coordinar las recorridas en el área metropolitana del Gran Chaco.
Ante la emergencia sanitaria el estado provincial chaqueño, a través de la iniciativa del Ministerio de Salud pública nos hace preguntar hasta dónde Iglesia y Estado son asuntos separados.
Los espacios que otras organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, centros de estudiantes, etc, debieran ocupar para desarrollar acciones de solidaridad, se cubren con lo ,ás reaccionario y oscurantista del arco ideológico que pueda haber. Esta forma de prestigiar y legitimar como actor social progresivo a las iglesias evangelistas es preocupante, pero no sorpresiva dado que el gobernador Jorge Capitanich durante toda su campaña electoral en 2019 apeló a su movilización.
Otra ventaja que puede encontrar en tiempos de ajuste este gobernador a esta dudosa confluencia del estado con sectores religiosos viene de la mano de no tomar personal que tenga contratos en blanco para realizar las necesarias campañas de testeos. En estos momentos de aumento significativo de los contagios dadas las necesidades de intervención estatal ante la pandemia, la alianza con un sector siempre enemigo del movimiento de mujeres y LGBT por parte del estado provincial es cuanto menos un gesto innecesario.
Para recordar algunos beneficios que otorga el estado a estos sectores están las exenciones impositivas, en el caso de la iglesia católica el pago de sueldos y mantenimiento de sus edificios. Otro ámbito donde no se controla la injerencia de estos sectores es en la educación sea a través de sus colegios privados o en muchas provincias dentro de las propias escuelas estatales. Nada que envidiarle a la derecha tienen el peronismo y el gobierno en este asunto de abrazar a sectores tan atravesados por sus posiciones en contra de temas de salud pública con su ideología oscurantista.